Focaccia perfecta en casa: receta fácil con resultado esponjoso y crujiente
Pan Comido ·
La receta de focaccia es muy fácil y no necesita amasado. Similar a la masa de la pizza, pero más gruesa, esta focaccia esponjosa y crujiente queda espectacular con aceite de oliva, sal gruesa y hierbas aromáticas como el romero, que le otorga un carácter mediterráneo y una combinación de sabores sencillos que me entusiasma.Esta receta de focaccia es muy fácil de preparar porque no necesita amasado y se puede hacer en el horno de casa. En pocas palabras: mezclar harina, levadura y agua y dejar que repose, tardarás más en leerla que en prepararla. Eso sí, tiene sus tiempos de espera, la debemos dejar desde el día anterior en la nevera.
La focaccia es un tipo de pan plano y esponjoso, típico de la cocina italiana, que se caracteriza por su forma elevada y su suave interior. Se puede tomar sola o rellena con ingredientes como tomates, aceitunas, cebolla, mordatella o queso (del tipo mozzarella o scamorza le van increíble). Al hornearse a alta temperatura, la focaccia adquiere una corteza dorada y crujiente, genial para una cena de picoteo de viernes.
Para que el resultado sea así de esponjoso y ligeramente crujiente, la clave está en conocer las cantidades. Para lograrlo, hice varias pruebas hasta dar con la receta perfecta de focaccia para preparar en casa. Vuelve cuando quieras a este artículo, porque cuando veas cómo queda, querrás hacerla cada fin de semana.
Tanto la harina como la levadura las conseguí en la Rotisería Italiana, en Las Palmas de Gran Canaria. Riccardo, propietario y cocinero de este local de platos italianos para llevar y productos italianos a la venta, me dio algunos consejos como lo lo importante que es alcanzar la temperatura adecuada antes de meter la masa en el horno.
Ingredientes (para 6-8 raciones)
Para la mezcla de húmedos
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420 ml de agua
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15 ml de aceite de oliva
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5 g de levadura seca
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1 cdta. de miel (o azúcar)
Para la mezcla de ingredientes secos
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250 g de harina normal (del tipo 00)
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250 g de harina nuvola (del tipo 0)
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10 g de sal marina
Preparación, paso a paso
Lo primero, ponemos a hervir el agua, que como es un ingrediente principal en esta receta de pan, es importante purificarla. Cuando esté tibia (casi fría), la mezclamos con la levadura, el aceite y la miel.
Por otro lado, mezclamos las dos harinas con la sal y luego lo vamos incorporando poco a poco a la mezcla húmeda, sin dejar de remover (no te preocupes si queda una masa pegajosa y con grumos). Dejamos reposar 10 minutos tapado con un trapo.
Doblamos la masa hacia el centro varias veces y esperamos otros 10 minutos, después de los cuales volvemos a doblar, añadimos un chorrito de aceite y lo tapamos con papel de plástico transparente (sin que toque la masa). Lo dejamos reposar y fermentar en la nevera toda la noche (incluso varias noches).
Una hora antes de servir, sacamos la masa y la vertemos sobre una bandeja con papel de horno y untada con un poco de aceite para evitar que se quede pegado al fondo). La plegamos hacia adentro, le damos la vuelta y dejamos reposar una hora.
Precalentamos el horno a 220º y cuando haya alcanzado la temperatura, introducimos la masa. La parte más divertida: hundir los dedos para crear esos huecos y que se creen algunas burbujas.
Aderezamos con un poco de aceite y sal (además le he puesto unas ramitas de romero fresco que tenía en el jardín) y al horno durante aproximadamente 20 minutos o que veas que tiene este aspecto:
Cada semana, descubriremos recetas en Pan Comido, con Bea Miranda. Platos que se adaptan a la vida moderna y algún que otro capricho bajo el lema: come lo que quieras, hazlo tú mismo. Experimentar una cocina sin presión y a disfrutar de los sabores del Mediterráneo y del Atlántico.