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Vea la portada de CANARIAS7 de este jueves 24 de abril de 2025
Anthony, Karly, Marlene, Karina, Esperanza y Jolmer MHB
Inmigrantes IX
Coma y... punto

Inmigrantes IX

Fui con un amigo a probar más especialidades de una carta que ofrece los platos con toda su autenticidad, pero que no resulta extensa. Cosa de agradecer y una garantía, si bien añade alguna especialidades de corte internacional

Mario Hernández Bueno

Sábado, 5 de abril 2025, 22:55

Por estar situado en la calle de Luis Morote, a pasos del Paseo de Las Canteras, adquiere un status superior al del restorán de servicio de barrio a donde se acude simplemente para alimentarse. A los propietarios y sus trabajadores: familia larga y bien avenida, las destaco por su meticulosidad. De ahí que se esforzaran en dotar al local de una decoración agradable y singular. Curiosamente, hecha por los dueños. El aire caribeño se percibe nada más entrar: la puerta equivale al ancho del local, lo que recuerda a tantos bares tropicales. Otra singularidad es la extrema limpieza; incluso los servicios sanitarios son ejemplares. ¡Que falta hacen inspectores de sanidad! Y los trabajadores se presentan impolutos amén de cordiales. El Corazón de Venezuela se titula la vaina.

Reconozco que no acumulo muchas experiencias con la Cocina venezolana. Aunque estuve en el país en 1990, tenía, como presidente de la Asociación de la Prensa, que visitar varios países hispanos y convocar a un buen número de personalidades al I Congreso Hispanoamericano de Periodismo. Viajé con el periodista Arturo Trujillo, a la sazón portavoz del Gobierno, y el sobrino de un político con mando y nos hospedamos en el mítico Tamanaco de Caracas. En donde, todo un personaje: Mauricio Gómez Leal, era el hombre poderoso, el apoderado de los propietarios para controlar a la compañía norteamericana que lo gestionaba. Gómez fue aquel periodista que por los pasados sesenta puso a Radio Juventud de Tenerife en la cúspide de la radiodifusión canaria. Nos trató como a reyes y nos facilitó todo para la presentación oficial del Congreso a los periodistas caraqueños. Pero no apareció ni uno. Gómez Leal, hombre de carácter, se enfadó y se prestó a hacer, personalmente, otra convocatoria y el día y hora señalados no cupo uno más. Y es que, pocos antes, Gómez había sido gerente de la más importante agencia de imagen y comunicación, con lo que adquirió prestigio y respeto. De hecho, nos reveló: «No olviden que yo hice de un simple policía un presidente de la República», refiriéndose a Carlos Rafael Pérez.

Coincidimos en el hotel con los hermanos Ríos, que andaban con la presentación de su película Guarapo, sobre la emigración canaria a Venezuela. Y con un poco conocido Antonio Banderas, con quien compartimos tertulias y chapuzones en la zona de piscina. Así que con lo expuesto y las comidas institucionales no hubo lugar para la Cocina popular venezolana.

En otra ocasión, y con motivo del V Centenario del Descubrimiento, fui convocado por una Fundación de los EE.UU. para dar una pequeña charla en Sevilla sobre el papel que jugó Canarias en el trasvase de alimentos desde el Viejo mundo a las Indias Occidentales. Estaba feliz, conviví durante una semana con destacados antropólogos americanos como Susan Tax, hija del gran antropólogo Sol Tax. Susan estuvo viviendo con la aislada y extraña comunidad, los pasiegos, y escribió el mejor libro sobre ellos. Y conocí a otros que había estudiado a los apaches o quien desveló el verdadero origen del «tan africano» ñame

Y hasta hice una corta amistad con el venezolano José Rafael Lovera. Un rico, de familia de banqueros, un tanto estirado, que había dedicado parte de su vida al estudio de la gastronomía y era, por entonces, el profesor de esa materia en la Universidad Central de Venezuela. Lovera me enviaría, como cortesía, el más importante de sus libros: Historia de la alimentación en Venezuela, en donde aparecen referencias a Canarias, sobre todo del vino o la curiosa receta de un «Potaje Canario», muy probablemente del siglo XVI y que ningún canario hoy reconocería. Y seguí adquiriendo libros del maestro y de otros autores, por lo que he dispuesto de suficiente documentación pero de escasos recuerdos palatales.

El libro tiene referencias de canarias MHB

He comido arepas, Carne mechada y otros platillos típicos venezolanos que prepara, modernizados, Mónica Emmi, la talentosa chef-propietaria del restorán venezolano Bululú. Y ahora fui con un amigo a probar más especialidades de una carta que ofrece los platos con toda su autenticidad, pero que no resulta extensa. Cosa de agradecer y una garantía, si bien añade alguna especialidades de corte internacional. Cosa inteligente en los restoranes de las difíciles cocinas populares.

Entrantes como Pastelitos andinos rellenos de ternera y garbanzos triturados. Arepitas con nata, con chicharrón, con cochino frito. Ensaladas como la César: la ortodoxa y la modificada: con pollo empanado. Los «Platos venezolanos» más típicos se sugieren en un apartado: Empanada (rellenas de frejoles o de una especie de boloñesa), Cachapas, Pabellón Criollo, el homólogo del colombiano Bandeja paisa; Asado negro y la Parrilla especial. Hay más platos para compartir como las Empanadas y las Arepitas surtidas; diversas parrilladas y Felicidad para dos, que pedimos: Tequeños, Patacones, Plátano con queso, Arepas, Empanadas, Cachapas.

Felicidad para dos MHB

Plato combinado que demostró, también, una perfecta fritura. Nos encantó. Como también la generosa Sopa de res, otra modalidad del cocido o puchero español.

Sopa de res, equivalente a un cocido o puchero MHB

Dio para 4 tazones y contenía, aparte de un rico caldo perfumado levemente con cilantro, yuca, plátano verde, ñame, trozos de costilla y falda de vaca, piña de millo. Todos los platos se sirven con Pico de gallo, Salsa de ajo y Guasacaca aparte. De postre, un estupendo helado de Tarta de queso. Con dos refrescos, agua y dos cafés, 50€.

Helado de tarta de queso MHB

Los dueños y artífices de este modélico restorán, que abrió en 2021, son el matrimonio Noé y Marlene. Él es un experimentado chef que regentó, con éxito, un restorán en su Caracas: Full Arepas 2009, y no muy lejos, de donde están ahora, La Esquinita Venezolana.

Anthony y Noel, su padre MHB

Su esposa es el comodín: lo mismo está en la cocina que en la sala o lidiando con la Administración. Se asisten por sus hijos Anthony y Nino y correspondientes novias, que ofician en cocina… hasta once personas. Es restorán que recomiendo y yo miso volveré tan pronto como pueda.

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