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El desperdicio de alimentos no sólo supone un derroche de recursos sino que es responsable de «hasta el 10 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI)», de acuerdo con los datos facilitados por Marie Lindström, directora de la empresa Too Good To Go (TGTG) en España.
Lindström ha advertido de que «cuando se desperdicia un alimento se está tirando también los recursos empleados para su producción como el agua, la tierra y la energía».
Un estudio elaborado por esta empresa y la consultora «21 gramos», asevera que el 73 % de los consumidores españoles muestra preocupación por ese desperdicio debido a tres razones: el aspecto económico, la cuestión ética y social y el impacto medioambiental.
La aplicación fue creada el año 2015 en Dinamarca por cinco emprendedores después de que fueran testigos en un buffet libre de cómo toda la comida que no se había consumido y estaba en perfecto estado terminaba en los contenedores de basura. Desde su aparición, la app ha ido creciendo rápidamente y ahora está presente en multitud de países europeos.
La llegada de TGTG a España ha tenido el mismo éxito que en el resto de mercados donde se ha posicionado, consiguiendo evitar el desperdicio de más de 5 millones de packs de comida en España en 2022, logrando un incremento del 37% de sus usuarios, lo que ha supuesto un 43% más de packs salvados respecto al 2021.
En Canarias también es posible adquirir a un precio reducido multitud de productos que no han sido vendidos durante la jornada y que en lugar de acabar en la basura, los negocios los ofrecen a través de esta aplicación para que los clientes interesados pasen a recoger el pack, que es sorpresa, por el propio negocio, normalmente a última hora de la noche.
Así, por ejemplo, en la capital grancanaria podemos «salvar comida» en pastelerías, donde un pack pasa de nueve euros a tres para recoger de 21.15 horas a 21.30; en un buffet asiático donde conseguir un pack por unos tres euros en lugar de diez, o incluso en supermercados y fruterías.
Estamos, por tanto, ante una nueva tendencia de consumo donde el consumidor tiene la posibilidad de adquirir productos en perfecto estado a un precio realmente bajo, y donde el negocio puede sacar un beneficio en algo que hasta hace no mucho acababa en la basura. Un 'win to win' donde ganan todos, incluido el medioambiente.
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