La dulce ciencia de la remolacha
Pasana Health ·
Si eres de los que buscan optimizar su rendimiento en el deporte, mejorar tu salud cardiovascular o simplemente dejar de inflamarte cada vez que respiras, de seguro debes enterarte de sus propiedades y cómo sacarle el mejor partidoHablamos de un tubérculo ancestral, que como buen tubérculo almacena sus azúcares en sus raíces, es decir en la propia remolacha.
Hoy, algunos le temen por su dulzura natural (sí, tiene más azúcar que otros vegetales), pero te enseñaré cómo puedes incluso bajar su contenido en azúcares, además cuando personalizo la alimentación para cada paciente, porque una dieta no debe ser un uniforme, sino un traje a medida, suelo incluirla con entusiasmo. ¿La razón? Tiene beneficios tan exquisitos como científicos.
Razones saludables para amar la remolacha
Baja tu presión arterial sin dramas: un solo vaso de zumo de remolacha puede reducir tu presión sistólica unos 5 puntos. No es magia, se llama óxido nítrico, los nitratos naturales que hay en ella se convierten en esta molécula vasodilatadora que pone tus arterias más relajadas que en un retiro espiritual.
Estamina nivel superhéroe: si antes de entrenar tomas zumo de remolacha, podrías rendir un 16% más. No es broma: el mismo mecanismo que relaja tus arterias también hace que tus músculos usen menos oxígeno.
Antiinflamatorio con clase: la betaína es un compuesto que ayuda a tus células a lidiar con el estrés y baja la inflamación. Y créeme, tu cuerpo moderno está inflamado casi por defecto en los tiempos actuales.
Aliada contra el cáncer: los pigmentos que le dan ese rojo intenso a la remolacha no solo sirven para manchar tu tabla de picar; también han demostrado en estudios reducir tumores en animales. Y se están investigando sus efectos en cáncer de páncreas, mama y próstata.
Nutrición premium: Vitamina C, potasio, manganeso, folato y una fibra que tu microbiota celebra a lo grande. La remolacha no solo alimenta a tu cuerpo, también a tus bacterias buenas. Y créeme, mantenerlas contentas es media batalla ganada para tu salud y longevidad.
Detox con evidencia: no necesitas tomar batidos verdes con nombres esotéricos. La remolacha activa las fases de desintoxicación del hígado y ayuda a excretar toxinas de tu cuerpo, si sabes cómo y cuándo utilizarla, no para romper un ayuno.
¿Y las hojas? ¡No las tires, por favor!
Tienen más hierro que las espinacas y aportan proteínas, zinc, calcio, vitaminas A y C y un toque de rebeldía culinaria. En consulta siempre recomiendo usarlas un salteadas, no demasiado para que mantengan sus propiedades. Porque es mucho más satisfactorio aprovechar el 100% de un vegetal.
Esta es la mejor forma de prepararla baja en azúcares
La remolacha fermentada tiene varias ventajas sobre la cocida: al fermentar, sus azúcares naturales se reducen mucho (ya que las bacterias buenas se los «comen» durante el proceso), así que su contenido final de azúcar es bastante menor. Como si fuera poco, gracias a su fermentación multiplicas todos sus nutrientes, su betaína, su óxido nítrico y todas sus propiedades de las que te hablé anteriormente.
Y a todo esto, encima, le añadimos los probióticos beneficiosos para tu microbiota intestinal, lo que la convierte en una opción más interesante desde el punto de vista digestivo e inmunológico.
La cocida, en cambio, conserva más azúcares y pierde parte de sus enzimas y compuestos sensibles al calor. Así que, si toleras bien los alimentos fermentados, la remolacha fermentada es, en muchos casos, la opción nutricionalmente más potente.
La gran final: gazpacho de Remolacha
Ingredientes:
• 3 remolachas medianas cocidas.
• 1 tomate maduro
• ½ pimiento rojo
• ½ pepino
• 1 diente de ajo pequeño
• 1 cucharada de vinagre de Jerez
• Zumo de ½ naranja
• 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
• Sal marina al gusto
• Pimienta negra recién molida
• Un toque de comino en polvo
• Para decorar: yogur natural, hojas de menta, semillas de girasol tostadas
Preparación:
1. En una batidora de vaso, combina las remolachas, tomate, pimiento, pepino, ajo, vinagre, zumo de naranja, aceite, sal, pimienta y comino.
2. Tritura todo hasta lograr una textura suave y vibrante como traje de flamenco.
3. Refrigera mínimo 1 hora para que se enfríe bien.
4. Sirve en cuencos o vasitos pequeños, añade un toque de yogur, unas hojitas de menta y semillas tostadas.
5. Disfrútalo lentamente, como buena medicina.
Ya sabes… todos podríamos usar un poco más de betabel en la vida y seguro seríamos más saludables.