El 'floridazo'

Se trata de un escenario muy plausible para el todavía presidente, que ahora cuenta con el control del Tribunal Supremo que se granjeó con la confirmación de la jueza Amy Coney Barrett hace apenas unos días. Tres jueces conservadores que estuvieron involucrados en la defensa legal de George Bush en Florida durante la contienda electoral de 2000, ocupan escaños ahora en el Tribunal Supremo: la propia Barrett, Brett Kavanaugh y el presidente, John Roberts.

En aquel caso, la práctica igualdad de Bush y Gore en los resultados de Florida y la aparición de serias dudas sobre la validez de determinadas papeletas originó una cadena de recursos que duró 36 días.A instancias del aspitante demócrata, fue primero el Tribunal Supremo del Estado quien ordenó volver a contar todos los sufragios dejando en suspenso la victoria de Bush, que apeló ante el Supremo de EE UU. Frente a la decisión tomada en primera instancia, este órgano dio validez al resultado inicial, que dio la victoria al republicano por 537 votos.

En caso de seguir adelante ahora una vía similar, todo apunta a que las próximas serán semanas de demandas judiciales y litigios en la Corte para tratar de asegurarse una victoria que al final será determinada por un puñado de votos.

Como ejemplo de lo reñido de estos comicios y el valor de cada sufragio, el retraso en el recuento de las papeletas por correo en Pensilvania obedece a una iniciativa legislativa bajo control republicano que no ha permitido que el Estado comenzara a sumar los votos la misma noche electoral. Según los funcionarios electorales, el recuento llevará al menos dos días y se tomarán el tiempo necesario para producir un resultado preciso.

La incidencia no es accidental. Conscientes del valor de este territorio en el cómputo final de votos electorales, los republicanos habían calculado con cuidado esta maniobra para ganar tiempo y permitir al presidente atribuirse una victoria temprana tras llevarse varios Estados críticos.