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Un grupo de jóvenes se manifiestan en Filadelfia (Pensilvania) a favor de Joe Biden. Efe
Biden sobrepasa a Trump en Pensilvania y consolida su victoria

Biden sobrepasa a Trump en Pensilvania y consolida su victoria

El vicepresidente de Barack Obama ha convocado una comparecencia en la que podría declararse presidente, tras aumentar su ventaja en los estados claves sobre Donald Trump

Mercedes Gallego

Nueva York

Viernes, 6 de noviembre 2020, 15:37

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Después de tres días conteniendo el aliento, los estadounidenses respiraron este viernes aliviados al saber que el desenlace electoral se acerca. A primera hora del día el demócrata Joe Biden tomó el liderazgo de Pensilvania y Georgia, dos estados con márgenes tan apretados que sin duda tendrán recuento, como Wisconsin, pero que a esta hora le otorga la cifra mágica de los 270 representantes en Colegio Electoral que se necesita para ganar la Casa Blanca.

A esa hora Biden sacaba a Trump apenas unos miles de votos en Pensilvania y Georgia, pero ganaba Arizona y Nevada por decenas de miles. Las cadenas de televisión que cantan las victorias de cada estado, a falta de una junta electoral central, se han contenido a la espera de que se termine de contar cientos de miles de votos que quedan en Pensilvania para no dar munición al presidente con la que atacar la credibilidad del proceso electoral. Al proceder la mayoría de los sufragios restantes de áreas urbanas y votos por correo, todo hace pensar que cada actualización aumentará la ventaja del exvicepresidente de Obama.

Declaración de Biden

Con Arizona y Nevada a punto de confirmar su victoria, Biden podría dar un discurso triunfal hoy mismo, sin que nadie tenga ilusión alguna de que Trump concederá gentilmente la derrota. «Esto no se ha acabado», advirtió su campaña esta mañana en un comunicado, al conocerse el 'sorpasso' de Biden en su estado natal. «La falsa proyección de que Biden es el ganador está basada en los resultados de cuatro estados que están lejos de terminar de contar».

Para el presidente no se trata de esperar a que se cuenten todos y cada uno de los votos, sino de cuestionar los procesos y ponerlos del revés con una tormenta de demandas que obliguen a revisarlos. «Estamos convencidos de que encontraremos votos que se han recogido impropiamente», decía el comunicado.

Trump confía en reinar con el caos o prevalecer en el Tribunal Supremo. Su silencio se interpretado la noche antes como confirmación de su derrota, por lo que tomó el pódium para desbarrar durante 17 minutos contra el proceso electoral, sin aceptar preguntas. El mandatario lanzó una lluvia de acusaciones infundadas. «Si se cuentan los votos legales, he ganado; pero si se cuentan los votos ilegales intentarán robarme las elecciones», aseguró.

El mandatario quiere que se ignoren todos los votos que hayan llegado después del martes, porque el primer conteo le daba la victoria, pero las leyes electorales de varios estados permiten seguir recibiéndolos tres días después en Pensilvania y nueve en Carolina del Norte, siempre que traigan al menos el día 3 de noviembre en el matasellos. Cuando Trump aseguró que se estaban contando papeletas sin cotejar firmas o fecha, la mayoría de los canales de televisión, menos Fox y CNN, cortaron la emisión.

También Twitter vetó permanente a su arquitecto electoral de 2016 Steve Bannon, que a esas horas en las que EE UU alcanzaba la cifra record de 120.000 nuevos casos de la covid-19 en un solo día, pedía por las ondas y redes sociales que Trump le cortase la cabeza al epidemiólogo jefe Anthony Fauci por alarmar a la sociedad. En su macabro llamado, Bannon sugería que el presidente la cuelgue en un pincho sobre la verja de la Casa Blanca como escarnio para todos los funcionarios.

Los excesos de Trump y sus acólitos han llegado a tal extremo que el presidente se enfrenta estos días incluso con la Fox, cadena a la que llama «irresponsable» por haber aceptado la victoria de Biden en Arizona antes de tiempo. Eso no impide que la cadena siga de su lado transmitiendo las infundadas acusaciones de fraude, con el peligro de que algunos de sus seguidores respondan con las armas. La policía detuvo ayer al norte del centro electoral de Filadelfia una furgoneta de Virginia con pegatinas de QAnon y hombres armados que, según el chivatazo recibido, iban a «detener el conteo».

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