Azcón se borra de la foto del acuerdo de coalición entre PP y Vox en Aragón

Tras dos meses de negociaciones, en las que Azcón comprobó que la formación de Santiago Abascal mantenía intacta su pretensión de entrar en el Gobierno, el dirigente conservador se vio obligado a ceder para poder ser investido antes del 23 de agosto, fecha límite para no volver a las urnas. Los dos partidos han acordado un reparto de carteras donde Vox ostentarán una vicepresidencia, la de Desarrollo Territorial, Despoblación y Justicia, con Nolasco al frente, y la cartera de Agricultura. Azcón se reserva una segunda vicepresidencia para su partido. «Este Ejecutivo será un dique de contención en la defensa de la igualdad de todos los españoles y aragoneses», afirmó la portavoz del PP.

En el pacto de gobierno, de 80 puntos y que sigue el modelo acordado en otras comunidades, se incluye por primera vez el término «violencia machista», si bien habla también de «violencia intrafamiliar», el término que utiliza Vox para negar la violencia contra la mujer. «Son dos cosas distintas y no son contrapuestas, hay violencia machista y violencia intrafamiliar, no son incompatibles y por eso vienen recogidas en el acuerdo», justificó Alós.

El compromiso de los dos socios pasa por garantizar «toda la asistencia, apoyo y lucha frente a la violencia contra las mujeres, trabajando también en la prevención, identificación de las causas y los perfiles repetidos de los agresores». Del mismo modo, promoverán políticas que persigan erradicar «la violencia doméstica o intrafamiliar, en especial la que sufren mujeres, ancianos y niños, garantizando la igualdad entre todas las víctimas».

Frente a lo que ha ocurrido en otros gobiernos de coalición de PP y Vox el acuerdo no contempla derogar la actual ley contra la violencia machista. Lo que no han aclarado los conservadores es si el área de Igualdad tendrá consejería propia en el futuro Ejecutivo. Sí seguirá funcionando el Instituto Aragonés de la Mujer «como ha pasado a lo largo de las legislaturas pasadas».

Otro de los compromisos adquiridos por populares y voxistas pasa por modificar la ley 'trans' que apoyó el PP en 2018 y derogar la de memoria democrática autonómica. Alós recordó que el PP votó en su día contra esta norma porque el PSOE no admitió ninguna de sus enmiendas, que Vox calificó de «sectaria».

El documento recoge la defensa del «desarrollo íntegro» de todas las obras de regulación hidráulica para «garantizar la reserva hídrica» y excluye expresamente el trasvase del Ebro, aunque la formación de Abascal no renuncia a la interconexión de cuencas. Incluye también un apartado sobre la ocupación ilegal para posibilitar «el desalojo exprés en 24 horas», un paquete de rebajas fiscales o ayudas a agricultores y familias.

El PSOE aprovechó la firma del pacto para atacar a Alberto Núñez Feijóo al que acusó de haber cerrado esta nueva alianza con la derecha radical durante su última «reunión secreta» con Abascal, la semana pasada. Con este acuerdo de coalición, el cuarto desde que el líder gallego asumió las riendas del PP, los socialistas consideran que «Feijóo ha unido para siempre su destino a la ultraderecha».