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Después de mantener tres reuniones con los representantes de los taxistas en la sede del Ministerio de Transportes, el Ejecutivo accedió a escuchar las demandas del sector de las VTC (vehículos de transporte con conductor, como Uber y Cabify). Tras el encuentro de apenas dos horas este viernes las asociaciones representantes Unauto y Feneval salieron «muy satisfechas» porque no hay ninguna decisión aún tomada en torno a la normativa que el Gobierno está preparando para la movilidad urbana.
El miedo de las VTC era que el ministerio llegara a la reunión de hoy -a la que ha acudido el propio secretario de Estado de Transportes, David Lucas- con un documento ya prácticamente acordado con los taxistas, pero José Manuel Berzal, presidente ejecutivo de Unauto VTC, asegura a este periódico que los representantes del Gobierno no les han presentado ningún texto, sino que les han animado a mostrar sus demandas y buscar puntos de encuentro con el sector del taxi.
«Hay que armonizar criterios en base a la sentencia del TJUE», indicó Berzal, que incidió en lo importante que sería una reunión a tres para que ministerio, taxistas y VTC mostraran sus puntos de acuerdo y desencuentro para llegar a una decisión común.
El acuerdo parecía inminente a principios de semana, pero finalmente tardará más de lo previsto en llegar y se tendrá también en cuenta las demandas de las empresas de VTC para «conciliar ambos intereses», destacó Berzal, que aseguró que serán llamados a próximas reuniones.
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Ante esta sorpresiva reunión, los taxistas lanzaron un comunicado alertando del riesgo de validar las «lagunas regulatorias que aprovecha el sector de las VTC». A su juicio, el objetivo de estas empresas es la aprobación de «peticiones masivas y descontroladas» de licencias VTC urbanas que tendrían «un impacto altamente negativo» sobre el funcionamiento de la movilidad en España.
Toda esta regulación exprés que se pretende aprobar trata de ajustar la reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) al ámbito de la movilidad urbana. El texto supuso un varapalo para el sector del taxi al rechazar la limitación de la ratio de licencias VTC (una por cada 30 taxis) por vulnerar las normas europeas. Este conflicto, que lleva años en manos tanto de la justicia española como de la europea, supone echar para atrás la normativa actual del área metropolitana de Barcelona, aunque tiene transcendencia a todo el territorio nacional por la ratio 1/30 que opera sobre plataformas como Uber y Cabify.
Desde el Ministerio de Transportes indican que en la reunión con los representantes de las VTC se puso de manifiesto la vigencia del marco de convivencia entre el taxi y estas plataformas, «sin perjuicio de posibles evoluciones en base a lo determinado por el TJUE». Además, recordaron que en el ámbito urbano son las comunidades autónomas y ayuntamientos quienes deben regular las condiciones para autorizar la circulación de las VTC.
Por su parte, el presidente de Antaxi, Julio Sanz, insistió en que hay cuatro grandes empresas de VTC que «buscan aprovecharse de la contingencia actual para subvertir el equilibrio en la movilidad urbana». Así, aseguró que esto «perjudicará gravemente» la planificación en el sistema de transportes, la circulación y la protección de la calidad del aire en las ciudades.
Calculan que de concederse las autorizaciones que ya han pedido estas plataformas, solo en la ciudad de Madrid habría circulando más de 100.000 vehículos y cerca de 20.000 en Cataluña.
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