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Imagen de un alojamiento de vivienda vacacional en la capital grancanaria. Arcadio Suárez

Los pisos turísticos resisten a la sexta ola, con una ocupación media del 80%

Los principales clientes son turistas del norte de Europa y en un 20% de los casos son trabajadores en remoto. Los hoteles, por contra, «están muertos» para enero, febrero y marzo

Silvia Fernández

Las Palmas de Gran Canaria

Lunes, 24 de enero 2022

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El alquiler vacacional de Canarias aguanta fuerte frente la sexta ola de la covid. La parada en seco que ha experimentado el sector turístico de las islas con la variante ómicron, que ha hundido las reservas de hoteles y apartamentos, se ha dejado sentir en los pisos turísticos pero en menor medida, como explica la presidenta a la Asociación Canaria del Alquiler Vacacional (Ascav), Doris Borrego.

La ocupación de estos establecimientos ronda actualmente el 80% de media y la previsión es que se mantenga en estos niveles hasta la Semana Santa. En algunas islas o zonas, incluso, la ocupación es superior y según Borrego, roza el «lleno total».

«Inicialmente con la sexta ola sufrimos la cancelaciones de reservas pero hemos recuperado y las ocupaciones son buenas. El alquiler vacacional sigue siendo demandado como alojamiento burbuja, ya que es muy seguro para viajar en tiempos de covid», indica Borrego.

Para el conjunto de 2022 se esperan buenas cifras y cerrar por encima de 2019, antes de la pandemia. «Hay que esperar a ver cómo se suceden los acontecimientos y marcha el año pero las previsiones que tenemos para 2022 son muy buenas», señala.

Según explica, el tipo de vivienda que más se está demandando actualmente son casas individuales, aisladas, con piscina y estancias exteriores. Los principales demandantes de pisos turísticos en las islas son turistas del norte de Europa y en un 20% de los casos se trata de los trabajadores en remoto o también llamados los nómadas digitales, que pueden desempeñar su actividad profesional desde cualquier parte del mundo. Sus estancias son largas y superan los dos meses en la mayoría de los casos. «Con la sexta ola volvemos a lo mismo y la vivienda vacacional sigue siendo la opción preferida por muchos», destaca Borrego.

Por lo que respecta al año 2021, recientemente cerrado, Borrego se muestra satisfecha con los resultados. Entre octubre y diciembre, en la temporada alta de las islas, tuvieron ocupaciones de hasta un 90% y en algunos momentos tuvieron «lleno total». «El sector va viento en popa y a toda vela», recalca. También fue «muy bien» el verano, con una ocupación media del 75%, diez puntos por encima de lo que se había registrado en 2019.

Actualmente, según indica Borrego, las viviendas vacaciones suponen el 27% de las camas turísticas de Canarias. Según los datos que maneja la Consejería de Turismo, actualmente hay en las islas 30.787 viviendas vacaciones. La cifra supone un descenso del 20% respecto a 2018, antes de la covid.

Fue en 2019 cuando muchos propietarios que habían entrado en el alquiler vacacional decidieron pasarse al mercado residencial ante la caída que se produjo ese año en la llegada de visitantes extranjeros.

Después llegó la covid y el parón turístico y, aunque la vivienda vacacional goza con la covid de una demanda elevada, no se está produciendo una «explosión» de propietarios de residencial que estén regresando al mercado turístico. La oferta actualmente está ajustada a una demanda turística que está muy por debajo de la que había hace tres años. Tenerife es la isla que tiene mayor número de viviendas vacacionales, al sumar 11.780; a continuación se sitúa Gran Canaria, con un total de 8.037: en Fuerteventura hay 4.317 y 3.901 en Lanzarote. En La Palma hay 1.516, 864 en La Gomera y 372 en El Hierro, según los datos del Gobierno de Canarias. Estas viviendas suman más de 125.000 plazas aunque no hay una cifra exacta debido a que algunas tienen más de dos habitaciones.

Desde Ascav, se destaca el valor de la vivienda vacacional como una oferta turística más y en manos de pequeños propietarios, lo que se traduce en una «democratización» de los recursos que genera el sector. «Sería un error pasar de los turoperadores a las grandes OTA o portales de intermeciación. Ese modelo nos hace excesivamente vulnerables», se apunta desde Ascav.

Mañaricua: «Los hoteles están muertos en enero, febrero y marzo»

Cara y cruz de la moneda. Mientras que el sector del alquiler vacacional registra buenas ocupaciones en la sexta ola, el sector hotelero de las islas se ha desinflado por completo ante el avance de la ómicron y las restricciones aplicadas por distintos países europeos a la movilidad.

El presidente de la Federación de Empresarios y Hostelería de Las Palmas (FEHT), José María Mañaricua, asegura que por ahora «enero, febrero y marzo están muertos». Su única esperanza es que a partir de febrero los contagios empiecen a descender y, en consecuencia, haya un repunte de las reservas para marzo. «Tiene que haber una bajada importante de los afectados y de las restricciones impuestas por los países. Entonces podría haber una explosión de reservas», apunta Mañaricua.

En cualquier caso, pone en duda las optimistas previsiones turísticas lanzadas por el Gobierno de Canarias en Fitur y que apuntan a que este año será el de la recuperación y que a cierre de 2022 se podrá alcanzar el 90% del turismo de 2019.

«La ómicron está afectando a la temporada alta de Canarias, a los meses de enero a marzo, con lo que no vamos a llegar ni al 80% del turismo de 2019», apunta. Según explica, si esta sexta ola se hubiera producido en verano hubiera tenido impacto en Canarias pero hubiera sido menor porque no es su temporada alta. «Cuando cierre el año vamos a estar lejos de los datos de 2019», insiste Mañaricua.

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