Entrevista a Jorge Ávila. Director general de Saerco
«La liberalización de las torres de control debe seguir. Nada cambia salvo el ahorro»Afirma que solo así se acabarán con las diferencias salariales: un controlador de Enaire, de la empresa pública, cobra de media 200.000 euros frente a los 45.000 de la privada Saerco
Este ingeniero aeronáutico convertido en director general de Saerco -empresa del sector multidisciplinar y que gestiona cinco de las ocho torres de control que hay en los aeropuertos de las islas (las otras tres siguen siendo públicas y las lleva Enaire)- analiza en esta entrevista la situación del sector y «desmonta algunas de las barbaridades» vertidas contra ellos por los controladores aéreos, con los que mantienen un 'tira y afloja' actualmente con motivo de la negociación del nuevo convenio colectivo.
– ¿Cuántos años llevan operando en Canarias y qué aspiraciones tienen en el archipiélago?
– Hace ya diez años que entramos en Canarias. Entramos en noviembre de 2012 en servicio en La Palma y continuamos en 2013 con Lanzarote y Fuerteventura. Hoy gestionamos estas torres además de las de La Gomera y El Hierro. Tras esta experiencia de más de una década damos un paso más y queremos darnos a conocer y demostrar que los servicios de navegación aérea se pueden prestar desde el sector privado de igual forma que desde el público. Ahora queremos replicar las barbaridades que se han dicho sobre nosotros en los últimos meses.
– ¿A qué «barbaridades» se refiere?
– Por ejemplo se ha puesto en duda la seguridad. Es una afirmación que se hace fácil pero hay que argumentarla. Nosotros estamos supervisados por la Aesa, al igual que Enaire. A la hora de gestionar no hay diferencia entre ellos y nosotros. Además de en Canarias estamos en la península, donde llevamos nueve torres, y en Noruega, donde gestionamos dos desde hace cuatro años. Nadie nota la diferencia. Los usuarios de Canarias no se han dado cuenta de que llevamos aquí diez años
– El argumento de los controladores es que cuando alguien opta a un concurso trata de ajustar los precios de la oferta para llevárselo y apuntan a que esa merma se traslada al coste de los trabajadores y a las inversiones en personal y equipos.
– El ahorro económico no es solo cuestión de salarios sino también de eficiencia de gestión de la empresa. La empresa se empezó a gestar en 2010 de acuerdo a la normativa europea actual. Crearla de cero te permite diseñarla 'ad hoc', optimizada a los nuevos tiempos. En salarios también hay diferencia, uno controlador de Enaire cobra 200.000 de media y uno de Saerco, unos 45.000. El salario medio en España es de 28.000. Sus condiciones de trabajo, establecidas por un Real Decreto, se respetan y pueden trabajar hasta quince días al mes en turnos de 8 horas que en realidad pueden ser cuatro por los descansos que realizan. Saerco supone un ahorro de entre un 40% y un 60% de salarios y ha permitido que aeropuertos que no operaban al no poder asumir los costes lo estén haciendo. Con sus sueldos se dan situaciones como que en las reuniones de convenio venga por parte de Usca (la organización sindical de los controladores) dos asesores que cobran por encima del beneficio de Saerco. En cuanto al riesgo de huelgas y conflictos siempre hay, sea una empresa pública o privada. Solo hay que mirar a Francia, 100% estatal y con mucho conflicto. No es garantía de nada.
«Debemos hablar con quien tenga dudas y aclarar que el servicio no cambia sea público o privado»
– La diferencia de salarios justifica de alguna manera la lucha de los controladores. Si hace el mismo trabajo el controlador de Fuerteventura o Lanzarote que el de Gran Canaria no debería darse esa diferencia salarial.
– Eso ocurre en todos los sectores que se liberalizan. El problema aquí es que el proceso se ha interrumpido. Tiene que progresar y culminarse para acabar con esa diferencia. La liberalización es una tendencia que se da en toda Europa no solo en España. El Reino Unido es el ejemplo. Allí hay decenas de proveedores y en los países europeos va a ritmos distintos: en Alemania se han liberalizado un paquete de torres, en Suecia también, en Noruega algunas... La resistencia es muy grande. Siempre sucede. En los 80 y 90 pasó con la telefonía y las aerolíneas por ejemplo. El piloto de una compañía privada no cobraba lo mismo que el de Iberia.
– El Gobierno planeaba hace unos meses privatizar siete torres más en España, entre ellas la de Gran Canaria, Tenerife Norte y Tenerife Sur, además de Bilbao, Palma de Mallorca, Málaga y Santiago. ¿Están detrás de esa licitación?
– Es una orden ministerial que ha salido a consulta y aún se tiene que confirmar. Ha habido alegaciones, positivas y negativas en función de los intereses de cada uno y con las elecciones entiendo que se ha quedado parado. El próximo Gobierno tendrá que decidir si continúa. Nosotros llevamos años esperando esa liberalización. El proceso, como le decía se ha detenido, y debe continuar. Por nuestro lado, si llegan a salir, trataremos de licitar aunque hay que ver en qué condiciones sale. Nacimos en Canarias y aquí queremos seguir si nos dejan. Tenemos interés en crecer en las islas, donde tenemos mucho personal canario.
– La negociación entre Saerco y Usca sobre el convenio y que ha derivado en una huelga de los controladores ¿continúa?
– Se sigue negociando y se seguirá. Ellos siguen en huelga aunque los servicios mínimos cubren casi el 100% de los casos y cuando no es así, son los controladores los que deciden no hacer huelga. El seguimiento no está siendo muy elevado y espero que siga así.
«En 10 años que llevamos en Canarias nadie se ha dado cuenta ni quejado del servicio»
– ¿Es el sueldo el principal motivo de choque?
– Sí, fundamentalmente es un tema económico. El convenio actual tiene un sistema de trienios, de forma que cada tres años se les sube el sueldo un 10%. En las negociaciones se revisan los trienios para aumentarlos. En los años anteriores se ha subido en torno a un 2% y la propuesta que hicimos en diciembre fue subirlo en cerca a un 6%. De forma que sería casi un 16% de alza en tres años pero piden el doble: un 30% y eso es inviable . Ahora mismo está todo enquistado. El problema es que Usca no quiere que existamos, quiere ir a una situación anterior en la que haya solo un único proveedor.
– Coalición Canaria, que ha llegado a un acuerdo con el PP para formar gobierno en Canarias, rechaza la privatización de las torres de control porque considera que va contra el interés general e incluso el Estatuto de Autonomía. ¿Temen que es rechazo sea un freno para que se liciten más torres? Máxime cuando puede haber un cambio también en el Gobierno nacional.
– Es una decisión del Ministerio de Transportes. Lo que debemos hacer es iniciar una ronda de reuniones para aclarar cualquier duda que tengan. Esa es la labor que tenemos que hacer ahora, demostrar que nuestro servicio no difiere del del Enaire pero la realidades la que es: llevamos diez años en Canarias y nadie se ha dado cuenta ni se ha quejado.
– De la plantilla actual de controladores de España, ¿cuántos están en Enaire y cuántos en Saerco?
– En Enaire habrá unos 2.000 y 200 en Saerco pero la diferencia se debe a que el servicio de aproximación en España solo lo ofrece Enaire. No se ha liberalizado. En Noruega, por ejemplo, sí está liberalizado y nosotros lo ofrecemos pero en España no podemos. A futuro, nuestro objetivo es reclamar que se modifique la norma y se liberalice también la aproximación. Luego estaría el servicio de rutas que ese ni se ha liberalizado ni se prevé hacerlo.