El turismo inicia el año con una parálisis de las reservas y una ocupación del 50%
Los empresarios prevén ocupaciones bajas en enero y febrero. Confían en una mejora a partir de marzo tras relajar el Reino Unido las restricciones
El sector turístico de Canarias ha detenido su recuperación a consecuencia de la sexta ola, justo cuando empezaba a repuntar. Tras un mes de octubre y noviembre «magníficos», la variante ómicron provocó un «desplome» en diciembre de las reservas, que hizo retroceder la ocupación del 90% previsto a un 70%. Como indica el presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT), José María Mañaricua, diciembre no ha sido malo pero podía haber sido un mes «excelente».
En línea con la caída de las reservas experimentada a final del año, para enero y febrero se ha producido una «parálisis» absoluta de las reservas, como indica Mañaricua, que culpa de la situación a la «ruptura» acometida por distintos países, entre ellos España, de la norma común para poder viajar dentro de Europa y que pasaba por el certificado covid. «Empezó España rompiendo la regla con los británicos y la semana pasada lo hizo Alemania, al imponer cuarentenas. Esta situación lo que provoca es que la gente no conozca las condiciones para viajar o piensa que van a cambiar y esto atenúa la demanda», indica Mañaricua, que como explica, esto ha generado que en diciembre no haya habido nuevas compras de vacaciones para enero y febrero.
El presidente de la FEHT advierte que las ocupaciones para principios de este año serán «muy bajas». Según sus estimaciones, en enero la ocupación rondará el 50% y para febrero estará incluso por debajo de ese nivel. «Ante un sinvivir de normas las personas optan por quedarse en casa», manifiesta. Según Mañaricua, la situación afecta a los principales mercados turísticos de las islas: Reino Unido, Alemania y escandinavos.
A partir de marzo se espera un aumento en la llegada de británicos después de que el Reino Unido decidiera esta semana relajar las restricciones al regreso al país (para los vacunados no es necesario una prueba a la salida y la PCR a lo s dos días de regreso al país puede ser un test de antígenos y no es necesario hacer confinamiento hasta que llega el resultado).
«Hay que mirarlo con cautela pero es una buena noticia aunque la reactivación es solo en un mercado», apunta Mañaricua.
El consejero del grupo Lopesan y presidente de IFA Hotels, Santiago De Armas, coincide plenamente con Mañaricua y apunta que, a consecuencia de las restricciones, las ocupaciones en este arranque de año «no van a cubrir las expectativas ni mucho menos». «En enero y febrero las restricciones van a resentir las reservas. Las ocupaciones rondarán el 50% o incluso por debajo», apunta De Armas, que asegura que además de pararse las reservas se están produciendo cancelaciones. Al igual que Mañaricua considera que las restricciones y la ruptura de la regla común, el certificado covid, es el problema.
De Armas destaca que, por ahora, no se han cerrado hoteles a pesar de la bajada de la ocupación. Sin embargo, como apunta Mañaricua no se descarta que en enero y febrero haya complejos que opten por volver a los ERTE ante el bajón de la actividad. «A partir del 10 de enero caerá todo. Ahí es cuando acaban las vacaciones de las familias y nuestros clientes son fundamentalmente los jubilados europeos y con la sexta ola y la imposición de nuevas restricciones más allá del certificado covid van a venir pocos», indica Mañaricua.
El presidente de IFA Hotels, Santiago de Armas, confía en que a lo largo de 2022 acabe la pandemia y finalicen las restricciones para que el sector se recupere.
El director general de la cadena Be Cordial & Resorts, Nicolás Villalobos, asegura que el sector «vuelve a quedarse a oscuras», aunque confía en que el final de la pandemia esté cada vez más cerca. Villalobos considera que el virus no desaparecerá pero sí dejar de ser una pandemia para convertirse en endemia. «Tenemos que aprender a convivir con él y normalizarlo», dice.
La caída de las reservas y la pérdida de la ocupación en la última parte del año «ha truncado» las expectativas para 2021, cuando se preveía una buena temporada de invierno. «La recuperación turística dependerá únicamente del final de la pandemia», insiste Mañaricua, que señala que la felicidad inicial del sector por la buena marca de octubre y noviembre «ha desaparecido».
Mañaricua apunta que el año 2021 ha sido mejor que el 2020 «gracias al verano canario» y a los bonos turísticos, que permitió que muchos isleños se quedaran en las islas de vacaciones. Además, este año ha llegado a los empresarios isleños los 65 millones de euros que del IBI turístico.