España se coloca entre los cinco grandes polos de inmigración de los países desarrollados
La OCDE advierte de que los trabajadores extranjeros son esenciales para impulsar el empleo y la economía y cubrir vacantes en sectores como la sanidad, la construcción o la agricultura
España vuelve a situarse entre los grandes polos migratorios de la OCDE. Se coloca en el top cinco. En 2024 el país sumó 368.000 ... nuevos inmigrantes permanentes, lo que supone un crecimiento de más de un 50% respecto a antes de la pandemia. La organización con sede en París señala que la llegada de trabajadores extranjeros es uno de los factores que están ayudando a mantener el empleo y el crecimiento en las economías europeas, cada vez más afectadas por el envejecimiento de su población activa.
El International Migration Outlook 2025 destaca que los mercados laborales de la OCDE siguen «ajustados», con escasez de personal en sectores como la sanidad, la construcción o la agricultura. Aunque la migración no puede resolver el problema demográfico, «puede desempeñar un papel clave en la mitigación de su impacto», subraya el informe. España aparece en quinto lugar entre los países con mayor inmigración, por detrás de Estados Unidos, Alemania, Canadá y Reino Unido.
El diagnóstico encaja con el análisis de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef). La institución que preside Cristina Herrero ha revisado al alza su previsión de inmigración neta: este año España ganará unas 625.000 personas, frente a las 400.000 calculadas hace solo unos meses. Según la AIReF, esa entrada masiva de población está siendo determinante para explicar por qué España crece más que la eurozona.
Entre 2022 y 2025 el PIB español ha aumentado un 9% en términos reales, frente al 1,3% del conjunto del euro. Casi la mitad de esa diferencia se debe, según la institución, a la inmigración: más población activa, más empleo y más consumo. En el último año móvil, la llegada de extranjeros ha generado 190.000 nuevos hogares, lo que se traduce en un impulso directo sobre la demanda interna.
Ralentización en 2026
La Airef también apunta que prácticamente todo el aumento de la población activa desde 2022 corresponde a inmigrantes o personas de doble nacionalidad, que representan más de la mitad del nuevo empleo creado. Sin esa aportación, advierte, el mercado laboral español habría perdido dinamismo.
Tanto la OCDE como la Airef coinciden en el fondo: la inmigración está siendo un motor esencial del crecimiento reciente, pero ese impulso podría enfriarse. La autoridad fiscal prevé que el saldo migratorio neto se reduzca a unas 290.000 personas a partir de 2026, a medida que suben los precios de la vivienda y se agota el efecto de los fondos europeos.
La OCDE recomienda aprovechar la coyuntura actual para reforzar las políticas de atracción de talento y facilitar la integración laboral de los recién llegados. En su opinión, acelerar el reconocimiento de títulos y ofrecer mejores oportunidades formativas será clave para que España y el resto de Europa puedan seguir creciendo en una era de envejecimiento acelerado.
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