Enfermos de cáncer, de corazón, trasplantados o víctimas de ictus podrán acogerse a las nuevas altas progresivas
El Gobierno concreta las patologías que podrán reincorporarse al trabajo a media jornada aunque solo por un periodo máximo de treinta días y para bajas de más de 180 días
El Gobierno pisa el acelerador para reformar la prestación por incapacidad temporal a la vista del 'boom' de bajas laborales que se está registrando en ... España, en máximos históricos, lo que está provocando un gasto disparado de 15.000 millones al año. Además de otorgar más poder a las mutuas para que tengan más capacidad para dar altas (también en los procesos que duren más de un año), la medida estrella de esta reforma que abandera la propia ministra Elma Saiz son las bautizadas como 'altas progresivas', es decir, permitir a los trabajadores una incorporación paulatina a la actividad y no de golpe; más concretamente a media jornada.
Pero esta nueva modalidad de incapacidad temporal estará acotada a ciertas enfermedades que por fin el Ministerio de Seguridad Social ha concretado después de varios meses de negociación en los que no se había avanzado pese a la insistencia de los agentes sociales. Los problemas de corazón como los infartos o anginas de pecho, el cáncer, los accidentes cerebrovasculares como ictus o aneurismas, los trasplantes de órganos o enfermedades traumatológicas graves serán algunas de las causas por las que se permitirá al trabajador volver a su empleo de forma progresiva.
Pero para ello los trabajadores deberán cumplir ciertos requisitos, como que lleven un mínimo de 180 días en situación de baja o que tengan un contrato a tiempo completo o bien a tiempo parcial pero con una jornada equivalente, al menos, al 80% de la jornada ordinaria. Así consta en el borrador de anteproyecto de ley de reforma de la prestación por incapacidad temporal al que ha tenido acceso en exclusiva este periódico.
Las empresas pagarán la mitad del salario del trabajador y la Seguridad Social abonará el 50% de la prestación por IT
Más concretamente, la nueva norma especifica que la situación de incapacidad temporal tendrá que tener su origen en «procesos oncológicos, isquémicos cardíacos o accidentes cerebro vasculares o traumatológicos graves, incluidas situaciones post-trasplante». Además, el Gobierno abre la puerta a incluir nuevas enfermedades o patologías graves en el futuro, a través del desarrollo de un reglamento. No obstante, para ello habrá de haber transcurrido un mínimo de un año, puesto que primero se tiene que crear un grupo de trabajo ex profeso que se encargará de evaluar los efectos de esta reincorporación progresiva un año después de su entrada en vigor. Este grupo de trabajo estará formado por representantes de los sindicatos mayoritarios, de las patronales y de sociedades científicas.
También se abre a los autónomos
Podrán beneficiarse de estas altas progresivas tanto los trabajadores por cuenta ajena como también los autónomos, pero «en ningún caso» podrán acogerse aquellos que se encuentren en situación de pluriempleo o pluriactividad, según acota el texto.
Durante este periodo de transición, el afectado trabajaría la mitad de su jornada habitual, recibiendo por parte de la empresa la parte correspondiente del salario. Al mismo tiempo, cobraría del Estado una prestación equivalente al 50% de la subvención por incapacidad temporal por la mitad de la jornada que no trabaja.
Rechazo frontal de los sindicatos
En cualquier caso, el Gobierno está muy lejos de alcanzar un acuerdo en esta materia, ya que los sindicatos y la patronal se han manifestado totalmente contrarios a esta propuesta. Hasta tal punto llega la oposición, que los sindicatos advierten que estos «papeles» que les acaba de enviar el ministerio «no están ni para estudiarlos». Cargan contra unos planteamientos «contradictorios» e «incoherentes» que no van encaminados a proteger al trabajador ni a mejorar su salud.
Además, UGT exige que el Ministerio de Sanidad se incorpore a la mesa de diálogo social para poder avanzar en la negociación.
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