Los alimentos bajan al 3,1%, la menor tasa en tres años, por la rebaja del aceite

La rebaja del IVA de los alimentos básicos iba a decaer el 30 de junio, pero dado que la tasa de inflación seguía elevada, el Gobierno decidió prorrogar esta medida durante todo el año e incluir además en la bonificación al aceite de oliva. Y esta ha sido la razón principal de que la inflación de los alimentos se haya reducido más de un punto en solo un mes, hasta situarse en el 3,1%, su menor nivel desde octubre de 2021, hace casi tres años.

Y no solo baja la inflación vinculada a los alimentos. Los datos publicados este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirman que la tasa de IPC general ha vuelto a bajar un mes más hasta situarse en el 2,8%, seis décimas menos que en julio, volviendo a niveles de febrero. Por su lado, la inflación subyacente bajó dos décimas más en julio, hasta igualar a la tasa general en el 2,8%, su menor tasa desde enero de 2022. Esta es la tasa que permite analizar el comportamiento de los precios en la cesta de la compra de productos y servicios diarios, al excluir los costes energéticos y alimentos no elaborados, que son los más volátiles. Tocó su máximo en febrero de 2023 (7,6%) pero desde entonces se ha ido reduciendo paulatinamente hasta el 2,9% que llegó en abril, la tasa más baja en dos años, para repuntar en mayo al 3%, mantenerse en ese nivel en junio y bajar ahora al 2,8%.

Productos de primera necesidad, como la leche o la mantequilla, son más baratos hoy que hace un año, según los datos del INE, además de otros muy consumidos en nuestro país como las harinas y productos a base de cereales.

El aceite de oliva, por su parte, es el producto que más ha subido en esta crisis de precios, triplicando su precio en dos años. Sin embargo, incluir este alimento en la lista de rebaja del IVA ha provocado una reducción de su precio del 5,5% de junio a julio. Respecto a hace un año, el aceite de oliva es un 38% más caro, un porcentaje altísimo pero más moderado que las tasas del 70% que venían dándose estos últimos meses antes de que la rebaja fiscal entrara en vigor. El aceite de oliva tiene ahora un IVA del 0% hasta septiembre y después se elevará al 2% hasta diciembre.

«Gracias a las medidas de apoyo adoptadas por el Gobierno la inflación de los alimentos está reduciendo su diferencial con la general», indicaron ayer desde el Ministerio de Economía. Los datos «siguen reflejando la capacidad de la economía española de compatibilizar uno de los mayores crecimientos económicos entre los principales países de la zona euro con la moderación de los precios», apuntaron.

Pese a esto, España sigue estando ligeramente por encima de la inflación de la eurozona, que se situó de media en el 2,6% en julio, con los servicios como principal punto de tensión de los precios, que repuntaron un 4% el mes pasado en los países de la moneda común. La tasa de inflación sigue, por tanto, por encima del 2% que marca el Banco Central Europeo (BCE) como objetivo de estabilidad.

Aparte de los alimentos, la electricidad también ha dado un respiro en julio, abaratándose un 6% en pleno verano, cuando los españoles más ponen el aire acondicionado. Pese a que el coste medio del mercado mayorista -el 'pool' eléctrico- ha llegado a superar varios días los 100 euros MWh, es un precio inferior al de hace un año. Eso sí, la decisión del Gobierno de ir normalizando el IVA de la luz, que en julio volvió al 10%, está encareciendo las facturas de los hogares y lo seguirá haciendo hasta final de año.

Destaca la subida de precios de los paquetes turísticos, que pese a subir menos que en julio de 2023, fue una de las partidas que más se encareció el mes pasado. Así, hoteles y restaurantes son las partidas que mayor presión ejercen sobre el índice de inflación, y los últimos datos del INE revelan que los vuelos cuestan un 12% más que hace un año y los restaurantes y hoteles, un 5% más.

Todas las comunidades registraron en julio una tasa de inflación superior al 2%. Las que tienen los precios más bajos son Castilla y León y Cantabria, ambas con un IPC del 2,5%. Y las tasas más elevadas se dieron en Galicia (3,1%) y Asturias, Baleares, Canarias, Cataluña y País Vasco (2,9% en los cinco casos).

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