Onix, primera parada para el disfrute

En Onix Gregorio Ramírez se siente como en casa. Al frente del área de bares, Ramírez agradece, sobre todo, «el habernos librado de los escalones. Para los camareros es un aspecto primordial. Ahora tenemos un único espacio diáfano,que nos permite movernos con comodidad y ser mucho más eficientes», asegura.

Y es que aunque en el bar Onix se ha mantenido la esencia de los años sesenta, cuando se inauguró el hotel Riu Palace Oasis, con esta renovación se ha optado por «actualizar su imagen pero sin olvidar en ningún momento las necesidades de los trabajadores», afirma Gregorio Ramírez.

En este sentido, el Onix mira también al jardín, sobre el que se extiende su terraza, a través de grandes ventanales que permiten el paso continuo de clientes desde el exterior al interior y viceversa. Para Gregorio y su equipo, es fundamental resaltar la «amplitud que se ha ganado con la reforma. Para realizar nuestro trabajo estamos ahora mucho más cómodos, entre nosotros mismos, y también de cara a los clientes, pues pueden conservar su intimidad y ser atendidos con la rapidez que se merecen».

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