Gran Canaria, diversidad agraria

Desde el Cabildo Insular de Gran Canaria, mediante la Consejería del Sector Primario, Soberanía Alimentaria y Seguridad Hídrica, se diseñó y se está ejecutando el Plan Estratégico del Sector Primario de Gran Canaria (PESP-GC), además, de sumar esfuerzos de forma trasversal con diversas áreas de la Institución, de apoyo e impulso con la agricultura, la ganadería y la pesca, sectores comprometidos con la sostenibilidad y clara orientación hacia la Ecoisla.

Unas tierras generosas y productivas, un clima que nos permite diversificar cultivos, potenciando los frutos tropicales y temporalizar con diferentes cosechas al año con respecto a otras zonas cultivables del continente europeo. El agua agrícola aunque se han dado pasos importantes y vitales para la presencia de aguas industriales, desaladas y regeneradas, dada la clara evidencia real del Cambio Climático, es por lo que hoy seguimos apostando cada día para mayor aportación de aguas, mejorar la distribución, crecer en acumulación y modernizar las canalizaciones, avanzando en la eficiencia en los riegos, fruto de la coordinación y el mencionado trabajo transversal entre el Consejo Insular de Aguas y la Dirección Insular de Seguridad Hídrica del área del Sector Primario, poner de manifiesto lo importante y necesaria colaboración entre las diferentes administraciones, desde la local, autonómica y estatal.

Contamos en la isla con un Sector Primario, con una estructura empresarial, social comprometida y organizada con la actividad Rural, mujeres y hombres que día a día hacen posible que se generen alimentos, diversidad, producto local, Km. 0, economía, trabajo, espacios agroambientales y paisaje singulares de siglos de prácticas agrarias.

El Plan Estratégico del Sector Primario de Gran Canaria, que desde esta Consejería se está ejecutando, surge ante la necesidad y demanda del sector productivo insular de establecer un nuevo modelo más responsable y más sostenible, que ponga en valor la diversidad y riqueza de nuestra agricultura, ganadería y pesca, en aras de aumentar las cotas de soberanía alimentaria insular.

Este documento nace tras un profundo e intenso debate con las principales asociaciones representativas del agro y la pesca de Gran Canaria, tras el cual se establecen como objetivos estratégicos «Mejorar la competitividad de las explotaciones agrarias» a través de la diversificación de la oferta, no solo a través de sus productos singulares, sino también con la vinculación del sector al paisaje, al turismo y a su identidad.

Otro objetivo estratégico es «Fomentar la sostenibilidad ambiental» protegiendo la biodiversidad agrícola, rescatándola y poniéndola en valor, como pueden ser los cultivos de medianías, de papas, hortalizas y frutales templados, y los de costa más orientados, no solo al consumo interior, sino al exterior, como plátano, tomate, frutos rojos, aguacates y frutas tropicales.

La ubicación de Canarias y sus microclimas y los siglos de tradición agraria permiten producir tanto cultivos subtropicales, como café, papaya, pitaya, mango, cacao, etc., como de latitudes más septentrionales, frutos rojos, viña, algunos cereales, etc.

Pero esta diversidad agraria no debe estar aislada de las nuevas tecnologías ni de la penetración de las energías renovables para avanzar en la competitividad del sector primario ante la acuciante falta de mano de obra y la dependencia de las energías fósiles. Por ello el Cabildo de Gran Canaria está haciendo grandes esfuerzos para la mejora de la eficiencia energética y la tecnificación de las explotaciones agrícolas, ganaderas y pesqueras.

Es un empeño de esta corporación, basado en el convencimiento de su necesidad, que el aumento de las cotas de soberanía alimentaria se debe fundamentar en producir más y mejor, y es gracias a la gran 'agrodiversidad' de la isla, que en muchos de los productos Gran Canaria supera los valores recomendados por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) del 50% de autoabastecimiento en territorios insulares.

Por ello la insularidad y ultraperificidad nos obliga a seguir avanzando poco a poco y año a año en una mayor producción local de calidad, sostenible y justa para quienes la producen.

Son ejemplos notorios de este empeño el rescate de la biodiversidad de variedades autóctonas de cereales para su uso como forraje, la creación y mantenimiento de un vivero de plantas madres de viña saneadas y genéticamente identificadas, tras el esfuerzo de decenios del personal de Granja Agrícola Experimental, la recuperación de tierras en desuso con el asesoramiento técnico para la optimización de sus potenciales cultivos o la protección de cultivos identitarios como el tomate o la cebolla.

En materia ganadera, el mantenimiento y fomento de las queserías artesanales con sus singulares productos a base de tres leches y sus posibles mezclas y el uso de diferentes tipos de cuajos, y la diversidad de zonas de cría, norte y sur, medianías y cumbre y la trashumancia, les dan a nuestros quesos esas características organolépticas reconocidas a nivel nacional e internacional y la protección y fomento de la abeja negra canaria están siendo esenciales para nuestra apicultura, son muestras evidentes de la gran diversidad agraria de nuestra isla.

Esta diversidad agraria refleja tanto las prácticas tradicionales como las modernas, y es fundamental para mantener la identidad agrícola y ganadera de Gran Canaria. Además, la conservación de variedades tradicionales y prácticas sostenibles ayuda a proteger el patrimonio material e inmaterial, el paisaje y la biodiversidad de la isla.