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La impresión en 3D se alía con la construcción

La impresión en 3D se alía con la construcción

Este sistema ya se está utilizando hoy en día en casi cualquier sector que requiera la creación física de modelos previos. Además, la elaboración y levantamiento de piezas concretas va intrínsecamente relacionado con la arquitectura.

G. Moreno / Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 1 de enero 1970

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La irrupción de las impresoras 3D es un hecho. Objetos, coches, comida y hasta edificios. Todo hoy en día se puede imprimir. De hecho, en España ya se puede encargar una vivienda de una planta para que sea impresa en una parcela con un diseño personalizado. El proyecto piloto de la startup valenciana Be More 3D realizó el pasado mes de abril una casa de 24 metros cuadrados. Los cuatro jóvenes responsables de la marca crearon una impresora de hormigón de seis metros de ancho y tres metros de alto y una casa. Así pues, pensada para trabajar directamente en la obra, la impresora 3D de hormigón de la empresa es capaz de imprimir una vivienda de 60 metros cuadrados en solo 12 horas, aproximadamente. Entre las ventajas que supone la construcción con impresión 3D, además de la innovación que ya de por sí supone, destacan la reducción de costes de hasta el 35%, de los tiempos de entrega y de la contaminación, ya que funciona con electricidad y prácticamente no produce residuos. No obstante, no todos los elementos son impresos, al menos de momento. Este proyecto ha realizado la construcción de los contornos de la vivienda que posteriormente necesitan de la incorporación del resto de elementos, como son los techos, ventanas, puertas, etc.

Experiencias

Si bien esto es lo que está sucediendo en España en la actualidad, y con otros proyectos como la edificación por la misma empresa de siete viviendas en Cuenca, en otros países han tomado ya la delantera, con miras mucho más ambiciosas.

Con 250 metros cuadrados, Dubai Future Foundation es el primer edificio de oficinas fabricado totalmente con una impresora 3D. Además, el gobierno de Dubai ha puesto en marcha una ambiciosa iniciativa con la que pretende que el 25% de edificios fabricados para el año 2030 se hayan construido mediante impresoras 3D. También cabe resaltar a la empresa china WinSun que en el año 2010 construyó un bloque de cinco alturas y 1.100 metros cuadrados. La impresora 3D elaborada por Ma Yihe y desarrollada durante más de una década, mide 6,6 metros de alturas, 10 de ancho y 40 de largo. Esta impresora fue la encargada de fabricar las enormes piezas en las instalaciones de WinSun. En este caso, las estructuras son ensamblados en el lugar, con refuerzos de acero y aislamiento con el fin de cumplir con las normas oficiales de construcción. Pero también en otros países europeos están marcando la tendencia en torno a impresoras 3D. Es el caso de Ámsterdam, donde la empresa DUS Architects puso en marcha su proyecto de una vivienda 3D en la orilla de los canales. DUS Architects utiliza una máquina KamerMaker, una versión gigante de impresora 3D que puede producir una material 10 veces más grueso que lo habitual. La casa dispone de 13 habitaciones compuestas por módulos independientes, que después se ensamblan entre sí, formando una única estructura. El interior y el exterior de las paredes del edificio se imprimiren simultáneamente con espacios libres entre ambas para alojar el cableado y las tuberías. Estos huecos se cubrien después con hormigón que es el que ejerce de aislamiento y refuerzo.

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