Garamendi denuncia que «los escándalos de corrupción» en el Gobierno están ahuyentando las inversiones
El presidente de la CEOE exige al Ejecutivo que deje de culpar a las empresas también por esto y que paguen quienes lo practican
El Gobierno, sin estar, ha sido el gran protagonista del discurso de clausura de la Asamblea General 2025 que celebró la CEOE, como cada año, ... en Madrid. Su presidente, Antonio Garamendi, no ha dudado en cargar contra la actual política de «injerencia» en temas empresariales y les ha acusado de ahuyentar la inversión a consecuencia de los casos de corrupción que salpican a parte del Ejecutivo y la inseguridad jurídica que generan los anuncios de normas como la reducción de la jornada.
«España vuelve a estar en las portadas internacionales por escándalos de corrupción, lo que afecta a la confianza y ahuyenta las inversiones», advirtió el líder de los grandes empresarios, que señaló que se ha producido un descenso efectivo del 27% de las inversiones, debido al elevado aumento de las desinversiones, lo que las ha devuelto a mínimos de 2020. «No solo hay que hablar de las que vienen, sino también de las que se van», argumentó.
En este sentido, recalcó que «no nos podemos permitir como país ningún grado de corrupción, en ningún ámbito», y exigió al Gobierno que deje de desviar la atención hacia las empresas, que deje de culparlas, y que «paguen por ello quienes las practican». «Tengo que decir alto y claro que no comparto ese nuevo término que dice que las empresas son las corruptoras. El corruptor es el que tiene el poder. El que tiene el poder es el que lo gestiona», subrayó. Y añadió: «Como con el apagón, que no se trate siempre de dirigir la atención hacia la empresa como el sospechoso habitual, que ocurre, estamos viendo con demasiada frecuencia».
Para corroborarlo, recordó un reciente informe de Edelman España que mide la confianza de los españoles en las instituciones, en el que se refleja que «las empresas son las mejor valoradas tanto desde el ámbito de la ética como de su desempeño». «Se cree más en los empleadores que en otras instituciones», subrayó.
«Que nos deje trabajar»
Como no podía ser de otra forma, Garamendi se mostró más que satisfecho por la decisión del Gobierno de retrasar a septiembre la votación en el Congreso de la reducción de la jornada a 37,5 horas que, según sus estimaciones, tendrá un coste cercano a los 23.000 millones de euros.
«Ha terminado la segunda temporada, veremos la tercera...», dijo en tono jocoso el presidente de la patronal, que pidió a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, que «deje trabajar» a los empresarios y a la patronal y que cese el «sinsentido» y la «injerencia» de la reducción de la jornada laboral, puesto que «no ha sido objeto de un diálogo social real».
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