Las estibadoras entran en un callejón sin salida: el Puerto corta su crédito y La Luz Market se marcha
Ibarra advierte que en junio, cuando finaliza la carencia, no habrá prórroga. Las empresas deberán abonar 7,25 millones. LLMK pide su salida de la sociedad
Las empresas estibadoras del puerto de Las Palmas y que integran el Centro Portuario de Empleo (antigua Sagep y luego Sociedad de Estiba) entran en un callejón sin salida. Tras años de desavenencias, malas relaciones, demandas y conflictos entre los socios, el Centro Portuario de Empleo de Las Palmas se enfrenta a un callejón sin salida que amenaza con explotar y llevárselo por delante.
Para empezar, el presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, ya ha avisado a los cuatro socios del CPE (Opcsa, La Luz Market, La Luz -Boluda- y Gesport) que en junio, cuando concluya el período de cuatro años de carencia que les dio el Puerto en 2019 sobre el crédito de 12 millones de euros solicitado por el organismo portuario a CaixaBank en 2011 para echarles una mano, no habrá nueva prórroga.
CONSEJO EL LUNES
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Asuntos El Centro Portuario de Empleo (CPE) celebrará el lunes un consejo de administración que se prevé reñido.
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Conflicto Los enfrentamientos entre los socios son históricos en una sociedad en la que ha abundado la mala gestión.
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Deuda El déficit de la sociedad llegó a superar los 20 millones de euros y actualmente ronda los 13 millones.
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Puerto De este total, 7,25 millones se le deben a la Autoridad Portuaria y otros casi cuatro millones a los portuarios.
En total, hay pendientes de abono 7,25 millones de euros que corren a cargo de tres de las estibadoras Opcsa, La Luz Market y La Luz, ya que Gesport no formaba parte del CPE entonces. Además, una sentencia judicial de 2015 apunta como los deudores de este pago a las tres empresas anteriormente citadas y la reparte de forma nominal entre ellas.
Como se recordará en 2011 y en plena crisis económica, el entonces presidente, Javier Sánchez Simón, solicitó un crédito a La CaixaBank por valor de 12 millones de euros para echar una mano a las empresas. Por distintas razones, el Puerto abonó ese pago y fijó cuotas a las empresas estibadoras de carácter mensual y por valor de 60.000 euros.
En 2019, siendo presidente Juan José Cardona, el actual director del Puerto, Francisco Trujillo, que entonces era consejero del organismo público en el CPE defendió una carencia sobre ese pago ante el consejo de administración, que finalmente lo aprobó.
Las empresas deben abonar 7,2 millones o solicitar financiación
A partir de ese momento, las empresas estibadoras empezaron a abonar únicamente los intereses. De esta forma, la cuota mensual pasó de 60.000 euros a 18.000. La carencia acaba el 1 de junio de 2023 e Ibarra ha advertido a las estibadoras «que no habrá más prórrogas».
Las empresas tendrán entonces que financiarse fuera para cubrir los 7,2 millones de euros o bien depositar el pago de su deuda de forma inmediata en el CPE, que ahora mismo «no tiene dinero», según fuentes próximas.
Este «callejón sin salida» al que se enfrentan las empresas estibadoras de La Luz coincide con un momento muy complicado en el seno del CPE, ya que una de ellas, La Luz Market (LLMK), que tiene licencia de estiba pero sin prácticamente actividad actualmente, ha solicitado su salida. Sus turnos de trabajo los nombra La Luz a través de la sociedad Boluda & Suárez. Según ha podido saber este periódico, LLMK se ha acogido al derecho de separación y ha pedido irse de la sociedad. El plazo para su salida es de seis meses.
El proceso no se prevé fácil porque LLMK a buen seguro solicitará al resto de los socios el pago de su 21% de participación en la sociedad para irse. No se conoce por ahora cuál será la postura de los socios pero todo apunta que a que se negarán.
La ley de liberalización del sector de la estiba ampararía esta posición, ya que la norma no obliga al resto de los socios a hacerse con la parte de los que quieran marcharse de la sociedad.
La próxima semana el CPE celebrará un consejo de administración en el que se llevará este asunto y el fin de la carencia del Puerto, y que se prevé «caldeado». «El proceso iniciado por LLMK es imparable y es difícil pensar que los socios pagarán», indican estas fuentes. Así que el conflicto está servido.