Un sector que compite pese a «los mayores costes de aprovisionamiento»
El valor añadido bruto de la actividad industrial canaria creció un 3,7% en 2024, por encima de la media estatal, pero lejos de los valores precovid
Viernes, 27 de junio 2025, 23:03
El valor añadido bruto del sector industrial canario se incrementó un 3,7% a lo largo de 2024, por encima de la media estatal (+2,7%), pero todavía muy distanciado de los valores previos a la pandemia (-10,4%). Así lo recoge la Confederación Canaria de Empresarios (CCE) en el informe anual presentado esta semana y que se nutre, entre otras fuentes, de los datos aportados por la patronal industrial, representada por Asinca.
El índice de producción industrial en 2024 «aún está por debajo del valor previo a la crisis del covid en 2019, debido a la fuerte caída que experimentó la producción en bienes de equipo y la energía», agrega dicho informe.
La industria continúa perdiendo peso sobre la estructura productiva de Canarias, pasando del 5,8% de 2023, al 5,5% de 2024. Además, su aportación al VAB del archipiélago se distancia en más de dos puntos a la que ostentaba en 2007 (7,6%), antes de la crisis financiera.
En ese análisis se subraya que la industria fue uno de los sectores que más había sufrido el aumento de los precios de las materias primas, sobre todo de los costes energéticos, y que, pese a la mejora del último año, sigue sin consolidar su recuperación.
Asimismo, se incide en que «la actividad industrial en Canarias convive con múltiples condicionantes que dificultan su capacidad competitiva, como los mayores costes de aprovisionamiento, los mayores requerimientos de mano de obra por unidad producida que en una industria continental o las dificultades para alcanzar el pleno rendimiento en los bienes de equipo empleados dentro de los procesos de transformación».
La industria continúa perdiendo peso sobre la estructura productiva de Canarias, pasando del 5,8% de 2023, al 5,5% de 2024
En lo que se refiere al conjunto de la economía de Canarias, el PIB regional en 2024 volvió a destacar con un avance del PIB del 4,0%, superando la media nacional (+3,2%).
Pese al crecimiento experimentado en 2024, el avance del PIB regional resultaba 1,1 puntos inferior al registrado en 2023 (+5,1%),
El informe de la CCE dedica especial atención a un factor que repercute en toda la economía pero que incide especialmente en la industria:la fragilidad del sistema energético de las islas. En ese sentido, recuerda que «en Canarias ha sido declarada la emergencia energética, reflejo de la fragilidad de nuestro sistema eléctrico y la necesidad de tomar medidas efectivas que le den solución a fin de fortalecer la resiliencia del sistema y garantizar su funcionamiento».
Aunque Canarias permaneció al margen del cero energético que dejó sin electricidad a la práctica totalidad de la península ibérica el pasado 28 de abril, debido a que sus sistemas eléctricos no están conectados con la red peninsular, desde 2009 «se han sucedido hasta diez colapsos energéticos, como el vivido recientemente en la isla de La Palma».
El carácter estratégico del sector energético, de cuyo funcionamiento dependen el resto de los sectores productivos, resalta la obligatoriedad de «contar con un sistema eléctrico robusto y resiliente, capaz de anticiparse a escenarios de alta demanda o disrupciones externas, garantizando en todo momento la continuidad del suministro, la estabilidad de los precios y la sostenibilidad del modelo energético».
En ese sentido, se destaca la importancia de que «las administraciones públicas desarrollen una planificación energética adecuada y que garanticen que los operadores económicos en este sector cuenten con un marco legal estable y seguro, y que también funcione como un mecanismo de incentivo y promoción de la inversión que repercuta en una mayor eficiencia en el sector y, especialmente, en un impulso decidido por las energías renovables».
En este contexto de emergencia energética y la necesaria transición hacia un modelo más sostenible, deviene fundamental tomar medidas efectivas que les den solución y también mejorar la eficiencia y reducir las trabas burocráticas en este ámbito, que garanticen un equilibrio entre la seguridad jurídica, la protección del medioambiente y la agilización de los procedimientos administrativos. Todo ello, a fin de facilitar la inversión y la implementación de proyectos energéticos estratégicos para el archipiélago.
