«Las marcas canarias han mantenido un nivel de fortaleza digno de admirar»

El nuevo presidente de los industriales canarios repasa los objetivos a cumplir para seguir impulsando el futuro de la industria al mismo tiempo que seguir colaborando en el desarrollo económico de la sociedad canaria.

– ¿Corre riesgo la figura del Aiem dentro del panorama canario?

– No, el Aiem, tal y como sucede con el REF es un instrumento que forma parte de las medidas que desde la Unión Europea se establecieron para que Canarias, por ser región ultraperiférica pueda paliar de alguna manera los costes de la lejanía que tenemos con el resto de territorios, ya sea de la economía o de los propios ciudadanos, que también tenemos instrumentos que de alguna manera, nos permiten beneficiarnos de esas medidas que contempla la UE.

– En 2025 habrá una revisión, temen que se vayan a recortar los productos del listado como piden algunos detractores?

– No, al contrario. La renovación del Aiem es una cosa que está establecida en su funcionamiento normal, tal y como se puso en marcha desde sus orígenes e incluso los industriales siempre comentamos que se actualice el listado de artículos que tienen o que no tienen ayudas en función de las producciones locales que haya de cada producto. De hecho, diría que es algo clave que eso esté actualizado cuanto más mejor.

– Existen productos que se puedan añadir al listado?

– Sí los hay. Siempre se realiza un seguimiento y cuando se establecen los contactos con las administraciones se hace un filtro bastante importante con datos muy concretos de cada artículo. Nuestros técnicos y los de la Administración tienen los datos estadísticos de entrada y de elaboración de productos en Canarias.

– ¿Saldrá adelante la propuesta del Gobierno estatal de que desaparezcan las marcas y los logos del tabaco?

– El plan integral contra el tabaquismo que presentó hace poco el Gobierno nacional incluía una medida que es la de la eliminación de las marcas para los fabricantes de tabacos y de alguna manera obligaba a un empaquetado genérico. Esto podría ser muy perjudicial no solo para el sector tabaquero, sino también para industrias auxiliares de impresión, empaquetado y litografía. Las inversiones que han tenido que hacer todos estos años para estar al nivel que requiere un suministro de este tipo es muy importante.

Es una medida que se ha implantado en otros países y que el efecto que ha tenido ha sido justo el contrario. Ha fomentado el comercio ilícito, al hacer más baratos los precios por no existir marcas, haciendo más accesible el tabaco a ciudadanos más jóvenes. Esos son algunos de los argumentos que se le trasladaron en los últimos meses al Gobierno estatal. Asinca participó mucho de ese trabajo junto con el sector del tabaco y las industrias auxiliares y se consiguió que el Plan Integral no contemplara la medida del empaquetado en enero. Es un logro bastante significativo.

El tabaco es la industria referencia en cuanto a exportación en las islas y si se aplicase esa medida supondría la pérdida de 4.500 puestos de trabajo en Canarias.

– ¿En qué momento diría que se encuentra el sector industrial ahora mismo?

–Mejorable, como siempre, pero no es malo. Hemos pasado por una etapa muy complicada, pero no solo para nosotros. En los últimos años con la crisis de suministros y con las tendencias inflacionistas hemos sufrido mucho principalmente por nuestros márgenes, que se han visto muy penalizados.

Sin embargo, 2024 y 2025 se vislumbran con optimismo en el sentido de que el motor de nuestra economía, el turismo sigue funcionando bien e impulsándonos. Las ventas del sector industrial parece que empiezan a volver a niveles previos a la pandemia y a falta que se recupere un poco los costes de suministros y volvamos a una situación en la que podamos tener un poquito más de tranquilidad que no la hemos tenido en los últimos cinco años.

– ¿Qué debe hacer el Gobierno para que la industria eleve su peso en el PIB?

– Uno de nuestros retos es que la economía que el sector industrial genera obtenga mayor peso en el PIB de la región y en ese sentido el Gobierno, tanto en el anterior mandato como en el actual, está apostando por ello. Para ello, se elaboró un documento que es la Estrategia de Desarrollo Industrial de Canarias (EDIC) 2022-2027 donde está contemplada una serie de medidas muy transversales, que no solamente afectan a la industria sino a la economía, educación, universidades, incluso transporte y seguiremos incidiendo en que esa estrategia es el camino a seguir.

Se hace un seguimiento exhaustivo con datos estadísticos de cómo van evolucionando cada uno de las magnitudes que dentro de la EDIP se contemplan, para ir actualizando sobre la marcha las distintas medidas en función de su rendimiento. El año 2023 hubo una cierta mejoría en cuanto al peso de la industria, incluso creció un poquito más que en la media nacional, aunque sea poco, pero bueno, son pasos que se van dando, que se van dando en una buena y que poquito a poquito trataremos de conseguir ese reto.

– En los últimos años han entrando nuevas enseñas comerciales. ¿Cuál debe ser su papel?

– Han entrado con expectativa de crecer y así lo contemplan en su política y en su forma de comunicarlo. Vemos positivo que haya cuanta más diversificación mejor porque tampoco es bueno que esté todo el mercado concentrado en las manos de unos pocos, pero es verdad que insistimos mucho en que es necesario que el producto canario tenga más presencia.

– ¿En qué momento está la marca Elaborado en Canarias?

–En los últimos años, la campaña ha ido enfocada más en hacer ver, tanto a la población como a los consumidores, el valor que aportan los productos de nuestra industria, desde el punto de vista social y económico, no solo a la economía particular de cada uno, que también. Es una línea que está funcionando muy bien y que hoy en día percibimos mayor sensibilidad por el consumo de lo local, una tendencia que también existe a nivel global.

– ¿Por qué se está fomentando tanto que el producto que consumamos sea cercano?

– Es cuestión de calidad. En los productos canarios es un concepto que ya casi el consumidor lo da por hecho, aunque más que de calidad me gusta hablar de prestación. Los productos que se elaboran aquí, las prestaciones que ofrecen son de máximo nivel, comparado con cualquier competidor no canario.

Debido a que estamos operando en un territorio fragmentado y ultraperiférico y nuestro mercado es limitado, tenemos bastante menos capacidad de aprovecharnos de la economía de escala, por lo que es muy difícil aprovecharse en la misma medida de la economía de escala de las industrias continentales. Estamos prácticamente obligados a competir por diferenciación más que por precio y competir así implica ofrecer un producto con mucho mayor valor añadido y con mucha más prestación. Eso el consumidor lo valora y por eso existen industrias canarias, porque son proyectos de larga duración, de décadas e incluso centenarios.

– ¿Cómo valoran el crecimiento de las marcas blancas?

– Hace años que las cadenas de distribución vienen impulsando sus marcas propias. Ha venido creciendo por la situación económica que hemos pasado. Eso pone de manifiesto la importancia de cómo las marcas defienden su posicionamiento y cómo se mantienen fuertes frente a una estrategia que a veces es muy agresiva por parte de las marcas de distribución, porque es difícil competir con precios con otros operadores también marquistas que controlan la presencia de los productos en el mercado. Pese a ello, las marcas tradicionales y las marcas canarias han mantenido un nivel de fortaleza que yo creo que es digno de admirar. Es difícil, se nos exige estar todavía más ahí en la batalla, pero bueno, considero que así tiene que ser.

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