El sector industrial en Canarias: compromiso con el empleo de calidad
Manuel Domínguez
Vicepresidente y consejero de Economía, Industria, Comercio y Autónomos del Gobierno de Canarias
Viernes, 27 de junio 2025, 23:03
En un mundo globalizado donde la competitividad y la innovación son esenciales para el desarrollo económico de cualquier región, el sector industrial de Canarias se ... enfrenta a un desafío crucial: no sólo debe adaptarse a las exigencias de un mercado en continuo cambio, sino que debe hacerlo desde una perspectiva sostenible y desde su condición de región ultraperiférica.
La condición de RUP de las Islas Canarias ofrece tanto oportunidades como obstáculos, y es fundamental que aprovechemos esta situación para fomentar un desarrollo industrial que priorice el bienestar de sus ciudadanos y lidere la transformación económica de Canarias. Sabemos que el desarrollo de la industria en las islas pasa necesariamente por la descarbonización y también sabemos que, precisamente por nuestra condición archipielágica, ésta llegará más lenta a nuestro territorio.
La gran lejanía del continente europeo, la doble insularidad y el aislamiento dificultan la conectividad y la cohesión territorial. Esta problemática de accesibilidad representa para las RUP un fuerte obstáculo teniendo en cuenta que el transporte aéreo y marítimo son esenciales para conectar las regiones ultraperiféricas con sus propios estados, el resto del continente europeo, entre sí y con los países vecinos.
Esta circunstancia ha llevado a que, históricamente, la industria en Canarias esté menos desarrollada en comparación con otras regiones de España y Europa. Sin embargo, en los últimos años, esta percepción ha cambiado y es aquí donde debemos insistir. En el último trimestre, la producción industrial se situó 1,7 puntos por encima de la media nacional y, con ello, el empleo, la producción y la aportación del sector a la economía. En concreto, un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 3,9%, y un incremento del empleo del 2,5% en el último trimestre.
Y es aquí donde nuestra condición de RUP debe ser vista como una ventaja competitiva. Gracias a ella tenemos acceso a fondos europeos y a políticas de apoyo para el impulso de la industrialización, además de nuestros incentivos fiscales recogidos en nuestro Régimen Económico y Fiscal (REF). Medidas que pueden potenciar el sector industrial y, a su vez, contribuir a la creación de empleo de calidad.
A éstas se unen las propias del Gobierno de Canarias. A través de la Estrategia de Desarrolo Industrial de Canarias (EDIC) hemos trazado un objetivo claro: aumentar el peso relativo de la industria en Canarias. Estos objetivos están dirigidos a fortalecer la competitividad del sector industrial a través de la innovación y la modernización digital. Más de 17 millones de presupuesto este 2025 destinados a la mejora del papel de la mujer en la industria; a modernizar y digitalizar el sector industrial, con especial refuerzo en las islas no capitalinas y municipios de menos de 20.000 habitantes conscientes de que tenemos que velar porque el desarrollo industrial debe ser equilibrado; a regenerar las áreas industriales y a apostar por la construccion industrializada, una vía clara hacia una edificiacion más sostenible y ágil.
La batalla por ser reconocidos y apoyados como región ultraperiférica no es solo una cuestión de estatus, sino de oportunidades. La industria canaria tiene el potencial de convertirse en un referente en sectores emergentes como las energías renovables, la biotecnología, la economía azul, la economía circular… Estos sectores no solo son sostenibles, sino que también tienen el potencial de generar empleos altamente cualificados, lo que es fundamental para frenar la fuga de talento.
La industria no solo debe ser un generador de riqueza, sino también un espacio donde se promueva la formación continua. Iniciativas como la formación dual, que combina la educación teórica con la práctica en empresas, son ejemplos de cómo se puede fomentar un empleo de calidad, adaptado a las necesidades del mercado y a las aspiraciones de los jóvenes canarios. Está claro que el tejido industrial canario tiene que crecer, y para ello necesita mejorar su formación y la colaboración público privada.
El sector industrial en Canarias tiene una oportunidad única para reinventarse y convertirse en un pilar fundamental de la economía local.
La colaboración entre el sector público y privado y la lucha por un desarrollo industrial comprometido con la sostenibilidad y el empleo de calidad es, sin duda, una batalla que vale la pena pelear.
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