Grupo Capisa: un referente para el sector agroindustrial

Grupo Capisa -integrado por quince empresas del sector industrial y ganadero, muchas de ellas referentes en la economía canaria durante más de medio siglo- apuesta por la revitalización del sector primario, no sólo por la defensa del estatus actual, sino por un avance decidido. «Este nuevo desarrollo ganadero es compaginable con la actividad tradicional, e imprescindible si queremos mejorar la soberanía alimentaria. Necesitamos profundizar en la política de legalización de granjas y en la dotación de suelo para esta actividad, en coordinación con las administraciones», afirma Marrero.

En este sentido, añade que la práctica de la ganadería es perfectamente compatible con el medio ambiente: «Tenemos una normativa muy exigente en Canarias y la modernización del sector traerá un mayor ahorro de recursos y mayor nivel de reciclaje, todo ello con una gran atención al bienestar animal. Debemos potenciar esta ganadería moderna» -explica Marrero- «sin olvidarnos del valor económico, cultural y ecológico de la práctica tradicional, que ha sido siempre un factor de equilibrio natural y de conservación y protección del paisaje».

Estas opiniones son fruto de un profundo conocimiento del sector: forman parte de Grupo Capisa, tres fábricas de piensos, cuatro granjas, dos fábricas de harinas y otra de pan, además de un operador logístico y varias compañías comerciales, por lo que su vinculación a la actividad agroalimentaria es total. «Nosotros entendemos lo que es ser ganaderos, porque lo somos, conocemos las dificultades de la elaboración de una alimentación de calidad y que posibilite granjas más eficientes, y sabemos lo difícil que es una comercialización diferenciada, por eso queremos colaborar en esto con todo el sector y trasmitirles nuestros conocimientos e impulso: cuanto más crezca la actividad pecuaria, mejor para la economía y para todos nosotros», asegura Marrero.

Las fábricas Capisa, Graneros de Tenerife y Graneros de Fuerteventura comercializan alimentos adaptados a la necesidad de cada explotación, incluyendo la ecológica. Así, el grueso de su producción del Grupo la ocupan estas instalaciones que surten a todo el archipiélago con el apoyo de Silos Canarios, verdadero operador logístico como almacén y distribuidor de parte de las materias primas que llegan al archipiélago. Sus instalaciones y capacidad de respuesta le han llevado a convertirse en colaborador del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas para África occidental.

El grupo cuenta con un Departamento Técnico, integrado por veterinarios y nutrólogos, que elabora formulaciones y complementos con métodos que permiten la alimentación segmentada para cada momento de vida de las reses. Además, se preparan planes totalmente individualizados para generar el mayor bienestar animal y al tiempo la mayor productividad posible. La formación constante, la participación en programas de investigación, así como la organización de cursos y jornadas para los ganaderos completan esta estructura que busca eficiencia y capacidad tecnológica. Este equipo es el que ha puesto en marcha un proyecto de asesoramiento para la renovación de las granjas de la mano del líder internacional en tecnología ganadera DeLaval. Granjas que cuidan más el bienestar animal, con información en tiempo real gracias a las nuevas tecnologías y con un conocimiento al detalle de las necesidades de cada res y cómo mejorar en su manejo: este es el reto.

Pero no todo es ganadería en Grupo Capisa, junto a las granjas y fábricas de piensos, el Grupo cuenta con Molinera de Schamann que dispone de dos fábricas de Harinas para consumo humano, en Gran Canaria y Fuerteventura. La fábrica de Gran Canaria, referente de la producción de harinas panificables de calidad, ha experimentado recientemente un profunda renovación tecnológica. Además, en Fuerteventura, D´Pan produce pan y bollería precocinada.

Para Samuel Marrero, «en suma, Grupo Capisa es el resultado de más de medio siglo de trabajo de unos empresarios canarios comprometidos con el desarrollo de nuestra tierra y de un equipo humano formado y capaz, con la vista siempre puesta en un modelo de desarrollo del que sentirnos orgullosos. En este momento, debemos dar un paso más hacia una ganadería del siglo XXI».