La industria es responsabilidad de todos
«Es prioritario reaccionar en busca de una economía realmente competitiva, aumentando nuestra autonomía estratégica e independencia financiera»
Felipe Afonso El Jaber
Viceconsejero de Industria, Comercio y Consumo del Gobierno de Canarias
Viernes, 27 de junio 2025, 23:03
Si había poca duda de la necesidad de reindustrializar Europa la pandemia del COVID 19 puso en evidencia la enorme debilidad estratégica que supuso la ... deslocalización de toda la producción industrial europea en otros continentes, especialmente en Asia.
Esa misma debilidad se ha puesto en evidencia en el sector energético y en materia de seguridad en las sucesivas crisis internacionales de la presente década.
La pregunta es ¿en qué hemos estado pensando los europeos?
En 1950 la población que residía en la UE representaba, aproximadamente, el 12,9% de la población mundial. Hoy ronda el 5,6% y con una clara tendencia descendente.
La Europa idealizada capital de la cultura, la democracia, el progreso, el estado de derecho y social, la economía terciaria y la centralidad histórica necesita ser consciente de que el mundo ha cambiado y seguirá cambiando. No reaccionar a los cambios a tiempo nos puede hacer perder todo lo que hemos logrado construir.
No se trata, ni mucho menos, de atacar las fortalezas de nuestro sistema productivo, sino de ser capaces de complementarlas reduciendo al máximo las debilidades.
En este mundo cambiante, Europa se está quedando en fuera de juego ante la furia competitiva de importantes potencias actuales o en desarrollo. No recuperar la competitividad significa seguir debilitando a la Vieja Europa y a una sociedad basada en los valores que han inspirado nuestra democracias liberales y nuestra convivencia.
Es prioritario reaccionar en busca de una economía realmente competitiva, aumentando nuestra autonomía estratégica e independencia financiera. Las conclusiones de los informes Draghi y Letta son concluyentes al respecto.
Es necesario un gran pacto por la competitividad industrial europea, un marco que permita la viabilidad de reindustrializar y aumentar el tamaño de nuestras empresas para lo que es esencial el apoyo a la innovación y la transformación digital y la reducción de los procesos administrativos y sus exigencias.
Los tres objetivos de sostenibilidad ambiental, económica y social deben ir en paralelo.
Los tres tienen que caminar de la mano. Buscar esos equilibrios con objetivos viables y plazos razonables debe ser nuestra tarea.
La aplicación de las políticas industriales en las regiones RUP tiene que ser consecuente con el objetivo de compensar las debilidades de estas regiones para tener desarrollos económicos y participar de las ventajas del mercado único. A los que hay que sumar la cercanías de potenciales competidores en áreas regionales cercanas y sometidas a otras reglas de juegos. Por los que son necesarias políticas específicas y transiciones justas y sensatas que no hagan imposible la competencia.
Es evidente que el crecimiento de la industria en Canarias exige de un estatus de singularidad que compense y ayude a superar las barreras estructurales, que es lo contrario a crear nuevas dificultades que obstaculicen la competitividad y un crecimiento económico diversificado.
A menudo se piensa que en Canarias las producciones están muy protegidas. La realidad es que durante el 2024 por cada 100 euros que importamos exportamos menos de 16 euros. Esto no parece que sea muy proteccionista.
La diversificación económica no es una pancarta es un objetivo que hacemos posible o no cada uno de los ciudadanos.
Por otro lado, además de una política correcta y buenos gestores industriales que inviertan y arriesguen sus patrimonios, la diversificación económica necesita de consumidores que adquieran los productos.
La diversificación económica no es una pancarta, es un objetivo que hacemos posible o no cada uno de los ciudadanos.
Cada uno tenemos que preguntarnos ¿qué hago yo por la diversificación económica? No cabe la menor duda de que no hay mayor motor diversificador que mirar en los lineales de los supermercados los productos elaborados en Canarias.
Es la soberanía del consumidor que todo lo decide.
Una industria más grande y con mayor dimensiones permitirá crear empleos de más calidad y mayor posibilidad de realizar buenas carreras profesionales al mucho talento joven que hay en nuestro archipiélago.
En el primer trimestre del año los sueldos de la industria en Canarias estaban entre un 10 y un 11% superiores a la media de todos los sectores.
La industria canaria está evolucionando con la época que le está tocando vivir con una fuerte vocación de innovación tecnológica y transformación digital. Creo que debería hacerse más campaña para que los ciudadanos puedan conocer el esfuerzo importante de modernización que están realizando el sector industrial. Intentando aumentar la productividad, la eficiencia energética, la economía circular y adaptándose a los parámetros de la sostenibilidad.
La imagen de la industria contaminante y de trabajos físicos penosos forman parte del pasado. La ingeniería y la tecnología son hoy, y de manera creciente, el centro del trabajo.
La construcción industrializada, hoy incipiente, pero claramente el futuro inmediato, es un buen ejemplo de lo que estamos comentando. Sustituir la construcción in situ por un proceso automatizado en fábrica que luego se ensambla, mejor laboralmente, más sostenible y con previsión de plazos y resultados más certeros.
Desde la Consejeria de Economía, Industria, Comercio y Autónomos que dirige el vicepresidente del Gobierno de Canarias Manuel Domínguez, trabajamos para el crecimiento de nuestro sector industrial apoyando su modernización y diversificación, la promoción de los productos elaborados en Canarias, la industria 4.0, reforzando el papel de la mujer, la atracción y formación del talento, la implementación de los factores ESG, el aprovechamiento de la circularidad económica, la industria azul, la eficiencia energética, el apoyo a las áreas industriales, la seguridad industrial, etcétera.
Todas estas políticas tienen el objetivo de promover un sector industrial más competitiva y potente que diversifique nuestra economía y aumente nuestra autonomía estratégica.
Crear una industria en Canarias, o en otra región RUP, es mucho más complejo que en suelo continental. Es algo que se debe entender. No obstante, el impulso industrial de Canarias es irrenunciable.
Este objetivo es responsabilidad de todos, de la unidad empresarial, del talento de los inversores y sus trabajadores, de las políticas públicas adecuadas y del apoyo de los consumidores.
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