Contagiados de esperanza, positivo en responsabilidad

Endesa activó en marzo su Plan de Responsabilidad Pública, dotado con 25 millones de euros, para enfrentar la pandemia del Covid-19. Durante la primera fase, coincidiendo con la emergencia sanitaria, la compañía se volcó en la compra de material sanitario para hospitales, así como donaciones a entidades públicas y ONG. Ahora, el Plan de Responsabilidad entra en su segunda fase, diseñada para impulsar la recuperación económica bajo la premisa de la inclusión de los colectivos sociales más vulnerables.

La emergencia sanitaria generada por el Covid-19 exigió un esfuerzo sin precedentes por parte de todos los actores sociales y, por este motivo, Endesa lanzó en el mes de marzo un Plan de Responsabilidad Pública de 25 millones de euros que incluía medidas inmediatas, como la compra masiva de mascarillas y respiradores. Estas medidas contribuyeron a paliar las necesidades acuciantes tras el estallido de la pandemia y supusieron una inversión de 12 millones de euros en la compra directa de material sanitario, así como donaciones a instituciones públicas y privadas volcadas

En la lucha contra el coronavirus.

A día de hoy, el Plan de Responsabilidad Pública de Endesa ha entrado en su segunda fase con un reto igual de importante que el primero: la recuperación socioeconómica de nuestro país y la ayuda urgente a los más vulnerados y a los más vulnerables.

Para ello, Endesa ha diseñado dos ejes de actuación bien definidos. Por un lado, el apoyo a las familias, principalmente a través de la formación en competencias para acceder al mercado de trabajo y el fomento de la empleabilidad. Pero, también, atendiendo a las necesidades educativas de los escolares a través de un proyecto para reducir la brecha digital entre niños y jóvenes de diferente entorno económico, con el objetivo de garantizar la igualdad de los alumnos en el acceso a recursos didácticos digitales.

Por otro lado, el impulso a la reactivación económica a través de medidas que propicien la reactivación del tejido empresarial, tales como asesoramiento, digitalización y apoyo económico a pymes. En esta labor es crucial la de colaboraciones con entidades e instituciones para implementar planes específicos de desarrollo que permitan a las empresas adaptarse a la situación post Covid y aseguren su subsistencia.

Esta segunda fase del Plan de Responsabilidad Pública de Endesa se apoya en lo aprendido y conseguido en esa fase inicial en la que, junto a la Fundación Endesa, se han establecido y fortalecido lazos de colaboración con entidades, instituciones y otras fundaciones en un tiempo record. Según el consejero delegado de Endesa, José Bogas, «la capacidad de la sociedad para, unir esfuerzos debe ser una de esas lecciones aprendidas que han llegado para quedarse. La vida es impredecible, cierto, pero que hace falta un esfuerzo de todos para superar los retos, eso sí es predecible».

Endesa subraya la importancia de seguir muy pendientes de las necesidades sociales. Miles de negocios, miles de familias, están en un nuevo y difícil escenario, por lo que la compañía ofreció, voluntariamente, el aplazamiento del pago a clientes domésticos. Endesa ha recibido también 2.541 solicitudes para acceder al bono social de trabajadores autónomos que han cesado su actividad o reducido su facturación en un 75% por la pandemia y no superaban determinados niveles de renta, los nuevos supuestos reconocidos para acceder al bono social durante el estado de alarma. Asimismo, ha realizado 67.347 solicitudes de modificación de potencia para adecuar la potencia eléctrica contratada por las empresas o autónomos a las nuevas condiciones provocadas durante la crisis y reducir así sus costes fijos, lo que supone que la compañía ha atendido el 57% de las 117.494 peticiones de ajuste realizadas por todo el sector eléctrico en España.

Con esta segunda fase del Plan de Responsabilidad Pública, dotada con 13 millones de euros, la compañía quiere reforzar un mensaje que forma parte de su estrategia global: la necesidad de no dejar a nadie atrás, en cualquier transición energética, económica o social que se plantee. La transición justa, la sostenibilidad, exige que el bien sea para todos.

Canarias, prioridad del Plan

Canarias es uno de los territorios donde el Plan de Responsabilidad Pública de Endesa alcanza mayor desarrollo debido a la presencia significativa de la compañía en el tejido socioeconómico del archipiélago. Desde marzo, Endesa ha donado en Canarias más de 120.000 mascarillas, la mayoría de las cuales se entregaron al Servicio Canario de Salud, pero también a las delegaciones provinciales de entidades solidarias como Cruz Roja o Cáritas.

Asimismo, la compañía impulsó la donación de un robot para realizar pruebas diagnósticas de Covid-19 al Hospital Nuestra Señora de La Candelaria, en Tenerife. A través del proyecto Covidrobots Endesa colaboró para que este centro hospitalario cuente a día de hoy con una estación robotizada capaz de procesar 2.400 muestras al día.

Con la incorporación de este equipamiento, Nuestra Señora de La Candelaria se convirtió en uno de los primeros centros sanitarios españoles en contar con un 'covidrobot' al servicio de su departamento de Microbiología. Entre las principales ventajas que ofrecen estas estaciones robotizadas destaca, además del volumen de muestras que pueden procesar, la versatilidad para analizar pruebas de cualquier casa comercial de test, así como la capacidad de poder adaptarse a los protocolos diagnósticos establecidos.

Además de las donaciones, enfocadas a paliar las principales necesidades sanitarias y sociales provocadas por la crisis, el plan implementó condiciones especiales durante el estado de alarma, como el suministro eléctrico gratuito, en el que se incluyó al Recinto Ferial de Tenerife.

También, a lo largo de las primeras semanas de pandemia, a iniciativa del personal de las centrales eléctricas efectuaron donaciones puntuales a centros hospitalarios de distintas islas. Es el caso, por ejemplo, de las centrales de Los Guinchos (La Palma), Barranco de Tirajana (Gran Canaria), así como Granadilla y Candelaria (Tenerife), que realizaron entregas de material sanitario entre el que se incluían viseras, guantes, monos desechables, mascarillas y gafas.

Además del material sanitario, a mediados de junio, Endesa efectuó una donación 200.000 euros a los principales bancos de alimentos de Canarias: la Asociación de Bancos de Alimentos de Tenerife (Bancoteide) y el Banco de Alimentos de Las Palmas, lo que se tradujo aproximadamente 200.000 kg en productos básicos. A través de estas asociaciones, Endesa canalizó una donación dirigida a las familias canarias más vulnerables y, además, se aseguró el reparto por las distintas islas, ya que el Banco de Alimentos de Las Palmas cuenta con delegaciones en Lanzarote y Fuerteventura, mientras que Bancoteide agrupa a un total de 117 entidades benéficas de la provincia, y trabaja de la mano de distintos ayuntamientos, garantizando que la ayuda llega a quienes lo necesitan.

Donaciones a Cruz Roja y CSIC

Asimismo, la compañía ha colaborado donando 500.000 euros al programa 'Cruz Roja Responde' para ayudar a 25.000 familias españolas en situación de vulnerabilidad por la crisis sanitaria, social y económica actual derivada del coronavirus. El programa, en su área de inclusión social, ofrece productos de primera necesidad y acompañamiento a quienes más lo necesitan. Muchos empleados se han sumado a esta iniciativa de Cruz Roja realizando donaciones particulares para contribuir, de manera personal, a la ayuda que está efectuando la compañía de forma global.

Por otro lado, en el ámbito de la investigación, Endesa ha mostrado su apoyo al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) con una donación de 200.000 euros para apoyar proyectos en marcha que buscan luchar contra la pandemia de Covid-19. En concreto se han destinado a dos proyectos del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) que buscan identificar fármacos antivirales y desarrollar nuevos test de detección de anticuerpos.