El petróleo de EE UU cotiza en positivo tras el derrumbe del lunes
El precio del barril de petróleo West Texas Intermediate, de referencia en Estados Unidos, cotizaba este martes en terreno positivo, después del histórico desplome registrado en la sesión del lunes, que llevó a cerrar los contratos para entrega en mayo, que vencen hoy, a un precio negativo de 37,6 dólares.
Europa Press / Cristina Vallejo / Nueva York / Madrid
Martes, 21 de abril 2020, 10:37
De este modo, antes de la apertura de los mercados europeos, el barril de petróleo West Texas Intermediate cotizaba en 1,36 dólares. Por su parte, los contratos de futuros para entre en junio se situaban en los 21,37 dólares por barril, un 4,6% más que el lunes, mientras que en el caso del petróleo que será entregado en julio, el barril cotizaba en 26,97 dólares, un 2,6% más que ayer.
En el caso del petróleo Brent, de referencia para Europa, el barril de crudo para entrega en mayo se situaba en 25,26 dólares, un 1,21% por debajo del precio registrado al cierre de la sesión de ayer.
El barril West Texas, de referencia en EE UU, llegó a perder todo su valor este lunes y a cotizar en negativo: su precio bajó un 300% y se situó en los -37 dólares. Ello significa que los vendedores no cobraron ayer por la venta de un barril, sino que pagaban por deshacerse de él.
El histórico acuerdo de la OPEP y sus socios hace una semana para recortar la producción en cerca de diez millones de barriles diarios no ha tenido éxito en su misión de estabilizar el petróleo. Ello, como señala Joaquín Robles, de XTB, porque no compensa la caída de la demanda ocasionada por la crisis del coronavirus, que se cifra entre los 19 y los 29 millones de barriles diarios, lo que equivale a entre un 20% y un 30% del consumo habitual previo al estallido de la pandemia y la hibernación de la economía.
La sobreoferta es más acuciante en EE UU, donde los almacenes están al límite de su capacidad. El centro de almacenamiento de referencia de Cushing, en Oklahoma, ha aumentado sus reservas un 48% desde finales de febrero, hasta los 55 millones de barriles, cuando su capacidad es de 76 millones. Se prevé que en semanas esté completo.
Bloomberg informaba en la mañana del lunes de que los compradores de Texas estaban ofreciendo sólo dos dólares por barril en algunas zonas, lo que elevaba la probabilidad de que se llegaran a ver precios negativos para quienes veían la necesidad de deshacerse del crudo sobrante. La profecía se cumplió.
Y el lunes asistimos a un incesante goteo a la baja: por la mañana el West Texas se movía en los 15 dólares, para marcar los 13 a media sesión, rebajarse hasta los 11 a primera hora de la tarde, momento a partir del cual se aceleró el desplome, para entrar en negativo a las ocho de la tarde y marcar los -37 dólares al cierre de la sesión bursátil estadounidense. Primero marcaba los niveles más bajos desde finales de los años noventa, después desde mediados de la década de los ochenta, al final, niveles negativos nunca antes vistos.
La crisis del coronavirus nos regala otro evento inédito.
El hundimiento del West Texas se explica en gran medida por el vencimiento este martes mismo de los contratos de crudo con entrega en mayo. Esto significa que, o bien se ejecuta el contrato y se adquieren los barriles, o bien se venden a un inversor que quiera petróleo físico y con el dinero obtenido se apuesta por otro contrato de vencimiento más tardío.
Ello, en estas circunstancias, comenta el analista Miguel Ángel Rodríguez, implica que los inversores tienen que vender el contrato, porque nadie quiere entrega física, dada la incapacidad de almacenar, y comprar el siguiente vencimiento. La desesperación provocó que ayer tuvieran que llegar a pagar por venderlo.