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El drama agrícola canario: querer y no poder

El drama agrícola canario: querer y no poder

Los productores hortofrutícolas y ganaderos advierten de que el cierre de hoteles, restaurantes y cafeterías les ha dejado de la noche a la mañana sin cerca de la mitad de los compradores. El sector de las flores, herido de muerte

José Miguel Pérez y José Miguel Pérez Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 1 de enero 1970

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El cierre masivo de hoteles y restaurantes como consecuencia del estado de alarma decretado a mediados de marzo para frenar el coronavirus ha dejado a los agricultores y ganaderos canarios prácticamente sin opciones para colocar en torno a la mitad de sus producciones.

Las consecuencias generales de la pérdida de compradores son «desastrosas», pero la profundidad del impacto varía en función del tamaño de las explotaciones agrícolas. A menor tamaño, más problemas para salir adelante. Así lo resume el secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores de Canarias, Mario Escuela: «La situación es muy grave sobre todo para los pequeños. Estamos más desprotegidos entre otras razones porque al estar tan atomizados no contamos con una estructura de distribución potente».

Escuela expone que con el cierre turístico y de la restauración han perdido entre el 60% y el 65% de su clientela. En los mercados tradicionales municipales, las ventas bajo los toldos se han reducido también «por debajo de la mitad». Y las grandes superficies y los supermercados mantienen, en general, sus proveedores, la gran mayoría grandes productoras agrícolas, con lo que se complica para los pequeños redirigir sus frutas, verduras y hortalizas a este sector. Y la venta a domicilio a la que muchos están recurriendo, añade, «ayuda solo a compensar una pequeña parte, en torno al 20%, del mercado perdido».

El representante de UPA Canarias se queja de que pese a la gravedad del contexto, el Gobierno de Canarias no está escuchando ni atendiendo a este colectivo. Reclaman medidas efectivas para que los precios reales que perciben los agricultores «no se queden no por debajo del precio de producción», lo que, asegura, sigue pasando pese a las medidas urgentes del Gobierno central para evitarlo.

El sector ornamental canario también advierte de que está pasando «por el peor momento de su historia, al sufrir una caída repentina de más del 90% de las ventas, tras cerrarse todos los canales de comercialización minorista. Y consecuentemente el mayorista se ha visto afectado de igual manera», explicala Asociación de Cosecheros y Exportadores de Flores y Plantas Vivas de Canarias (Asocan).

El diagnóstico de la Coordinadora de Organizaciones Agrícolas y Ganaderas (Coag) de Canarias también es demoledor: un primer diagnóstico elaborado por sus técnicos concluye que el cierre del canal horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías), y los cambios en las pautas de consumo (al espaciarse temporalmente las compras en los puntos de venta, compra de productos menos perecederos, envasados,..) han provocado una clara incidencia que varía por subsectores.

En la producción agrícola, los que mejor aguantan son los productores de papas (que, salvo la de arrugar, esta saliendo toda, ayudados porque no hay mucha papa de importación y que este año la cosecha venía mas floja), y otros como los de zanahoria, y otras produciones de mayor duración.

En lo que respecta a la exportación, la campaña del tomate se esta cerrando «relativamente bien», ya que está prácticamente terminada, aunque con algunos problemas de logística. Entre los mas perjudicados del sector agrícola están los productores de hoja (lechugas, escarolas, coliflores..). El resto de producciones hortícolas también tiene dificultades para salir al mercado, «con importantes excedentes en el caso del tomate para mercado local, y en producciones como el brócoli, calabacin, o calabaza».

En el caso de la fruta, el mayor problema lo tienen los productores de papayo, que al ser una fruta que se vende en muchos casos cortada, se están encontrando reticencias por parte del consumidor a comprarlas. La fresa, y otras producciones como el plátano, que se comercializa de manera mayoritaria en península, venían arrastrando problemas por bajos precios, y la situación actual los ha acentuado.

Respecto al sector ganadero, Coag alerta de que existe saturación en el mercado del queso que esta afectan a ganaderos e industrias. El usuario tiende a adquirir productos mas madurados (semicurados, curados.), reduciendose la demanda de fresco, afectando de manera importante a aquellos que habitualmente comercializan así.

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