¿Cómo será la crisis del coronavirus, en ‘V’, en ‘U’ o en ‘L’?

La crisis económica que se deriva de la sanitaria provocada por el coronavirus y su posterior recuperación se mueve sobre tres potenciales escenarios en España que dependen, entre otros, de la duración del confinamiento y el cese de la actividad de la mayoría de empresas del país. Esos tres escenarios se definen por tener forma de V, de U o de L, según puso de manifiesto ayer el socio de Deloitte Financial Advisory, Alejandro González de Aguilar, durante la celebración de un seminario virtual celebrado ayer y organizado por la firma en Canarias, con asistencia de casi un centenar de empresas.

Una crisis en V está prácticamente descartada, ya que se produciría si el control del virus fuera rápido, algo que se ha demostrado difícil, y la recuperación fuera casi inmediata.

La posible crisis y recuperación en U es a la que aspiran los expertos y agentes económicos. Se daría si el virus alcanzara su punto máximo de contagio en un futuro cercano. En ese momento la economía aún decrecería durante un tiempo pero pronto volvería a repuntar de forma progresiva.

Finalmente está el escenario en L, que como indicó ayer González de Aguilar, es al que «nadie quiere mirar». Se produciría si el confinamiento se alargara ante un rebrote del virus, la tardanza en encontrar una vacuna o porque las medidas económicas fueran insuficientes. Entonces el bajo crecimiento se extendería en el tiempo y la recuperación tardaría en llegar.

El socio de Deloitte Financial Advisory indicó que este escenario es «el más remoto» en el momento actual después de ver la evolución que están teniendo otros países como Corea del Sur o China, que indicó que pueden ser «espejos» en los que mirarse. «La economía china es muy grande pero podemos mirar a otras más pequeñas, como la de Singapur o Hong Kong, que ya se están reactivando. «Los precedentes son optimistas», indicó González de Aguilar, quien destacó que todo era susceptible de cambio. Respecto a los mercados financieros destacó que, pasadas las dos primeras semanas «de pánico» ya se registran rebotes.