Ciudadanos y sindicatos exigen que la nueva ley del Turismo «se centre en las personas» y no en el suelo
La Palt y CC OO afirman que es compatible el uso turístico y el residencial en las zona turísticas y en esta línea han hecho propuestas entre las más de 700 alegaciones
Sindicatos y ciudadanos se han lanzado a aportar ideas dentro de las más de 700 alegaciones presentadas en la consulta pública cerrada el viernes y dirigida a aunar en un solo texto y simplificar las leyes turísticas de 1995 y 2013. Uno de los colectivos afectados y que más aportaciones ha realizado ha sido la Plataforma de Afectados por la Ley Turística (Palt), que engloba a los propietarios de apartamentos en las zonas turísticas y que exigen su derecho a residir «en sus viviendas» y rechazan la unidad de explotación.
Para estas personas, como han dejado claro en sus alegaciones y como premisa inicial, la nueva ley turística no debería afectarles en cuanto que insisten en su derecho en habitar sus apartamentos. Abogan por utilizar esta modificación para poner fin «a la vulneración de los derechos de los propietarios» para que ellos decidan si ponen sus inmuebles en explotación turística o no.
LEY VACACIONAL
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uOrden La presidenta de la Palt, Maribé Doreste, se pregunta por qué la Consejería de Turismo ha optado primero por plantear una norma sobre el alquiler vacacional y avanzar después a la ordenación del sector turístico.
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uDuda «¿Por qué lo hace asI?», se pregunta Doreste. «Primero elimina la posibilidad de que muchos propietarios puedan ejercer el alquiler vacacional y luego regula», dice.
En este sentido, consideran que el proyecto legislativo que se plantea es una «oportunidad para corregir los desequilibrios» que planteó la actual legislación que se pretende modificar. Para empezar, la Palt considera que la nueva norma «debe centrarse en las personas» y dejar a un lado el suelo. «La sostenibilidad social debe ser el límite insuperable de cualquier desarrollo», indica su presidenta, Maribé Doreste.
Piden además que se clarifique el concepto de establecimiento turístico de alojamiento y que no se vaya a una especialización de usos «rígida» y con segregación de usos.
Entre otras cosas, exigen además la convivencia de la actividad turística con la vida cotidiana de los ciudadanos, sin crear zonas turísticas en el que el modelo imperante sea el de «turistas viendo a turistas», y que consideran caduco. «Si se ignoran las demandas de los afectados y las realidades locales, no sólo se profundizarán las desigualdades, sino que se pondrá en peligro la convivencia y el futuro del propio modelo turístico canario. La segregación espacial, económica y social no conduce a ningún futuro de prosperidad», advierten Doreste.
La Palt considera que la coexistencia de usos residenciales con el turístico es posible.
En cuanto a los sindicatos, CC OO ha presentado varias alegaciones a la nueva norma turística que se propone con el objetivo de «aliviar la presión» que está generando el turismo de masas a la sociedad canaria y el medio ambiente. Para empezar, la organización sindical considera que sería necesario antes de cualquier modificación legislativa realizar un estudio de capacidad límite de carga, de cara a conocer la realidad. Asimismo, aboga por analizar la posibilidad y consecuencias de una tasa turística, además de con los datos en la mano, explicar por qué se renuncia a la recaudación de este impuesto.
Tanto la Palt como CC OO reclaman que se abra una mesa de diálogo entre las partes y en la qu estén representadas todas las partes para avanzar hacia un Pacto Social, Político y Económico de obligado cumplimiento y con políticas turísticas que prioricen a la población de las islas.
La organización sindical coincide con la Palt a la hora de pedir la inclusión de suelo residencia en suelo turístico y en municipios colindantes para evitar la exclusión de la población canaria de estas zonas y garantiza la proximidad de los trabajadores a su empleo. Se exige además medidas en el uso del agua para acabar con los cortes de agua en algunas zonas turísticas de las islas y mayor calidad en el empleo del sector. «Es el momento de darle contenido a la palabra sostenibilidad y reestructurar el turismo para que sea la herramienta de reparto de riqueza y conservación de la islas y no al revés», se apunta desde el sindicato.