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José Ignacio Goirigolzarri y Gonzálo Gortázar, hoy en la sede de CaixaBank en Valencia. R. C.

CaixaBank descarta que el Estado privatice pronto su parte del banco

La entidad gastará 2.200 millones en ajustes, pero no aclara el número de trabajadores afectados, que comenzará a definirse a partir de marzo

Viernes, 18 de septiembre 2020, 08:15

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CaixaBank y Bankia ya han puesto sobre la mesa los números de una integración que supondrá la creación del primer banco en España. La operación supondrá un reparto de la nueva propiedad en la que el Estado -a través del Fondo de Reestructuración Bancaria (FROB)- tendrá una participación del 16%. Aunque el primer accionista será la Fundación La Caixa, con un 30% del capital.

El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, y el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, han presentado públicamente la fusión esta mañana en la sede social de la entidad de origen catalán en Valencia. Durante el acto, Goirigolzarri ha considerado que esta es una operación «muy positiva para la línea de optimizar la recuperación de las ayudas» públicas que en su momento el Estado inyectó en la entidad. El banquero ha insistido en que la Administración hizo en su momento lo mejor para salvar los ahorros de millones de depositantes con los 22.000 millones que metió en Bankia. Y aunque solo han recuperado algo más de 3.000 millones «y de que la recuperación de ayudas sea mayor o menor, aquella decisión fue la adecuada», ha insistido. «No hay ninguna otra alternativa que genere tanto valor para los accionistas», afirma. Además, Gortázar se ha mostrado satisfecho con esta fusión, la mejor de las posibles, a su parecer. «Para casarse en tiempos difíciles es importante elegir a la pareja correcta», ha explicado.

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También ha descartado que el Estado vaya a vender ese paquete en la futura CaixaBank como vía para privatizar esa participación. Al menos, no lo vislumbra a corto plazo. «Si la banca cotiza ahora en los menores niveles de hace 30 años no parece el mejor momento para hacerlo», ha indicado en la rueda de prensa de presentación del acuerdo de fusión. El ejecutivo ha recordado que el plazo legal vence el 31 de diciembre de 2021, aunque en dos ocasiones el Gobierno ya lo había ampliado, circunstancia que puede volver a realizar.

La convivencia con el Estado será una de las guías que marquen el futuro de CaixaBank cuando completen la operación. De hecho, el FROB tendrá un sillón en el consejo de administración. Para Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, esta circunstancia supone «una responsabilidad adicional, muy importante con los accionistas y la sociedad». «Tenemos la responsabilidad de hacer lo mejor posible para que la recuperacion de las ayudas sea la mayor posible», ha destacado el ejecutivo de CaixaBank. Aunque descarta cualquier injerencia política en la gestión del nuevo banco, como tampoco lo ha hecho en Bankia, según ha relatado.

La operación por la que CaixaBank se hará con Bankia mediante un proceso de absorción supondrá un desembolso de 4.300 millones de euros, según indican los hechos relevantes remitidos esta mañana a primera hora a la CNVM. El anuncio oficial llega horas después de que los consejos de ambas firmas autorizaran anoche la integración de la que surgirá la primera entidad financiera en España.

Con estas cifras, la prima que se paga por Bankia será de un 20% con respecto a la cotización que tenía la entidad participada por el Estado a principios de mes, justo cuando ambas corporaciones anunciaron el inicio de las negociaciones. Entonces, Bankia tenía un valor bursátil de 1,04 euros por título; este viernes ha cerrado su cotización en los 1,37 euros tras el rally bursátil desde entonces. Bankia ha caído hoy un 4,7% y CaixaBank un 2,2% (sube un 10% desde el anuncio de fusión).

En los comunicados remitidos al regulador, CaixaBank asume que la integración generará unos ahorros de costes de 770 millones a partir del año 2022. Y, lo más importante, que lo logrará fundamenalmente gracias al ajuste de personal, que aún no ha cuantificado. El grupo nacerá con una solvencia de entre el 11,6% y se ha marcado el objetivo de alcanzar una rentabilidad sobre recursos propios tangibles (RoTE) del 8% a partir de 2022.

El negocio de CaixaBank -que mantendrá su sede social en Valencia, con dos enclaves operativos en Madrid y Barcelona- será diferente al actual cuando integre a Bankia. Por ejemplo, en materia de seguros, fondos de inversión y otros productos similares. La nueva entidad prevé integrar el negocio de seguros de Bankia -que está muy relacionado con Mapfre- con VidaCaixa como gran aseguradora española. A partir del próximo año unificarán las condiciones de sus productos de ahorro y tarjetas, así como las de los nuevos préstamos hipotecarios o de consumo. Los que ya están en vigor no tendrán cambios.

El futuro de los 51.000 empleados

Para alcanzar esos objetivos, los gestores de ambos grupos estiman que tendrán que desembolsar unos 2.200 millones euros en todo tipo de costes de reestructuración. Una buena parte de esa cuantía iría destinada al ajuste de la red y a la reducción de una plantilla que supera ahora los 51.000 trabajadores.

Sin embargo, ni Gortázar ni Goirigolzarri han aclarado cuántos empleados se verían afectados por el proceso de despidos, jubilaciones anticipadas u otras alternativas. «Es muy pronto para afinar este tema», ha indicado el ejecutivo. «Buscaremos fórmulas innovadoras y creativas» para realizar este ajuste, aunque no ha querido aclarar a qué tipo de opciones laborales se refería. Sí ha recordado que los últimos ERE de ambas entidades han sido pactados y en su mayoría, materializados con salidas voluntarias de los trabajadores. Pero será «a partir de marzo de 2021» cuando traten esta cuestión, según Gortázar. Sería entonces cuando la operación estaría finalizada legalmente, según sus previsiones.

Ambos ejecutivos han insistido en que su idea pasa por reestructurar la red de oficinas, aunque teniendo en cuenta su alta presencia en zonas rurales. «No podemos desbancarizar España», ha apuntado Gortázar. De hecho, hay casi 300 localidades en las que CaixaBank y Bankia son las únicas marcas bancarias con presencia en esos lugares.

El canje definitivo de las participaciones supondrá que un accionista de Bankia recibirá 0,68 títulos por cada uno que tuviera hasta ahora. Con esta ecuación, la Fundación La Caixa se asgura tener un 30% del capital de la nueva entidad. Es decir, será el principal accionista. Para alcanzar finalmente este porcentaje, esta institución, presidida por Isidro Fainé, tendrá que invertir previamente unos 120 millones en acciones para después alcanzar ese 30% que le permite disfrutar de beneficios fiscales y en materia de dividendo.

Por su parte, la participación del Estado, a través del Fondo de Reestructuración Bancaria (FROB), será aproximadamente del 16%. Esto supone que el FROB ha conseguido elevar su porcentaje en la parte alta de la horquilla estimaba, que partía del 14%, según los cálculos iniciales antes de que finalizaran las negociaciones de la operación.

Serán las juntas extraordinarias de accionistas de ambas entidades las que definitivamente aprueben la fusión. Los grupos prevén que esas juntas se celebren durante el mes de noviembre. A finales de año, la operación estaría legalmente constituida.

El hecho relevante también aclara cuál será el reparto de poder en la cúpula de la nueva CaixaBank, la marca que integrará todas las oficinas del grupo. El consejo de administración del grupo resultante de la fusión de Caixabank y Bankia estará integrado por un total de 15 miembros, de los que el 60% serán independientes, según han informado este viernes ambas entidades.

Estará presidido por José Ignacio Goirigolzarri, actual presidente de Bankia, mientras que el consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, será el primer ejecutivo de la nueva entidad. Goirigolzarri funciones de control en las áreas de Secretaría del consejo, Comunicación y Auditoría. Gortázar se encargará del día a día del negocio. El propio Goirigolzarri ha señalado a Gortázar como el hombre que «asegure la línea de mando». «Él dirigirá el comité con una línea de mando absolutamente clara», ha indicado.

Del total de 15 miembros que integrarán el consejo de administración de la nueva Caixabank, dos serán consejeros ejecutivos, dos serán a propuesta de CriteriaCaixa, uno a propuesta de BFA Tenedora de Acciones, seis independientes a propuesta de CaixaBank y tres independientes a propuesta de Bankia. Fernando María Costa Duarte Ulrich, presidente no ejecutivo de BPI, está previsto que tenga la consideración de 'otro consejero externo'.

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