BBVA y Sabadell pasan página y aceleran la guerra comercial un mes después de la opa
El mercado agradece el final de una operación histórica, con las dos entidades centradas ya en sus dividendos récord y la captación de clientes
Preparados para crecer y ser rentables. BBVA y Banco Sabadell pasan página de un capítulo casi sin precedentes en la historia empresarial española. Hoy ... se cumple un mes desde que se conociese el fracaso del asalto de Carlos Torres a la entidad pilotada por Josep Oliu, con apenas un 25%de aceptación a la opa.
La efeméride queda ya muy lejos a ojos de los inversores. También de los propios bancos, con Sabadell marcando un punto y final en la fiesta que ayer celebró en el Palau Sant Jordi de Barcelona –a la que acudieron más de 9.000 empleados– y centrado ya, como BBVA, en recuperar la normalidad del negocio sin ese importante condicionante de la operación. Serán las cuentas del cuarto trimestre –que se publicarán a finales de enero– las que reflejen esa fotografía. Pero las dos entidades ya han dado pistas sobre cuál será su estrategia a partir de ahora.
Bolsa
+17% Revalorización
Es lo que sube BBVA en Bolsa desde que se conoció el rechazo a la opa, en zona de máximos de 18,3 euros por acción
Tras 18 meses de intenso trabajo en la red, BBVA se vuelca de nuevo en los objetivos de su plan estratégico. En él se anticipa una rentabilidad media del entorno del 22% y una eficiencia del 35%. Para ello, la captación de nuevos clientes resulta clave y, por eso, el banco vuelve a poner el foco en una ofensiva comercial para crecer en el segmento digital. En su web ofrece hasta 760 euros a los nuevos clientes que decidan abrir una cuenta online, cumpliendo determinados requisitos. Este año, el banco vasco está poniendo especial énfasis en las altas digitales de los jóvenes, que crecieron un 46,3% hasta septiembre.
La batalla se traslada también a las sucursales del Sabadell, que ha tirado la casa por la ventana con un premio de hasta 980 euros, con el objetivo de revertir el freno de nuevos clientes sufrido estos meses, ante la incertidumbre en torno al futuro de la entidad.
Las ofertas en crédito se han intensificado en los dos bancos, con llamadas a clientes 'premium' e incluso a los accionistas, en un momento en el que recordar el poder del dividendo también es vital para hacer olvidar las tensiones de un periodo en el que los gestores han estado centrados en la opa.
BBVA ya inició el 31 de octubre su recompra de acciones pendiente, por unos 1.000 millones de euros. Y el pasado 7 de noviembre abonó el mayor dividendo a cuenta de su historia (0,32 euros por acción), por un total de 1.800 millones. En cuanto reciba la aprobación del BCE, pondrá en marcha otra significativa recompra adicional. En total, la entidad prevé disponer de 36.000 millones para distribuir entre sus accionistas hasta 2028. Por su parte, Sabadell se ha comprometido a repartir hasta 6.450 millones entre dividendo y recompras de aquí a 2027, tras elevar en hasta seis ocasiones sus planes de retribución desde que se lanzó la opa.
Impulso en Bolsa
Estas estrategias de remuneración históricas están detrás de la evolución en Bolsa de los dos bancos en el último mes. Lejos de despeñarse tras el final de la opa, los títulos del Sabadell ceden solo un 1,5% desde aquel 16 de octubre en el que se conoció el rechazo a la operación. Y estarían en positivo de no ser por el desplome de más del 7% sufrido en las últimas dos sesiones, tras presentar unos resultados que se quedaron por debajo de lo estimado por los analistas. Mucho más notable es, en todo caso, el comportamiento de BBVA, disparado un 17% en el periodo analizado tras despejarse las dudas en torno a una posible ampliación de capital, que no gustaba nada al mercado.
«La batalla fallida con Sabadell no es un punto y final, sino un pivote estratégico para BBVA; el verdadero impulso vendrá del uso inteligente del capital liberado», explica Sergio Ávila, analista de IG. «Si ejecuta bien, sus acciones tienen potencial para recorrer un tramo alcista basado en dividendos y recompra, no en fusiones inciertas», reitera el experto.
Sabadell también rechaza, de momento, posibles compras para crecer en España, ahora que no contará con la aportación a resultados de su filial británica TSB. Yuno de sus focos ahora será la digitalización. «No nos hemos distraído, perseveramos en nuestra transformación para mejorar métricas y en la digitalización, que es muy completa en la parte de particulares, pero que requiere de un mayor esfuerzo en empresas, además del lanzamiento de una nueva web y otros desarrollos», apuntan desde la vallesana.
La idea también es poder simplificar los procedimientos internos. «Esto tiene dos consecuencias: mejora de la experiencia del cliente e incremento de la eficiencia para reducir costes», señala el banco, que también busca elevar su cuota en el segmento empresarial. El consejero delegado, César González-Bueno, apuntó esta semana que el objetivo de la entidad pasa por intensificar su liderazgo en las relaciones con estos clientes tan competidos «a los que conocemos muy bien y con los que tenemos mejores métricas de estimación de riesgo».
Sabadell reconoce haberse quedado un 25% por debajo de sus estimaciones iniciales de captación de nuevos clientes en los nueve primeros meses del año, debido a la incertidumbre por el futuro de la entidad. «Hacerse cliente de un banco, sea una pyme o un particular, sobre el que había dudas de su continuidad... Me parece sorprendente que solo haya sido eso», matizan desde la catalana, donde aseguran que, en el último mes, ya han vuelto a observar «niveles mejores».
La vallesana también tiene retos pendientes. Entre otros, la negociación con Nexi para la venta de parte de su negocio de pagos. Un acuerdo que la opa dinamitó y que ahora podría retomarse. «Ya no hay compromiso formal;partimos de una hoja en blanco, pero de una situación de confianza mutua y de aprecio. Si es interesante para las dos partes, lo haremos; si no, no», detallan en el banco.
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