Gesto de complicidad de Raúl Fernández y Álvaro Valles antes de un encuentro de esta campaña. /
Gesto de complicidad de Raúl Fernández y Álvaro Valles antes de un encuentro de esta campaña. /
La dirección deportiva de la UD medita un movimiento sorpresivo en la portería del equipo: renovar el contrato de Raúl Fernández, que lleva dos años y un mes sin jugar tras su grave lesión de abril de 2019 y otras posteriores, y poner en el mercado a Álex Domínguez, ahora suplente de Valles pero con cartel después de estrenar condición de internacional sub-21. Raúl quiere seguir y aceptaría un contrato asequible para las posibilidades de la economía institucional rebajando sus condiciones actuales, algo que se considera interesante en la planificación de futuro dada la valía del vasco y la expectativa de que, cubriendo con normalidad una pretemporada, pueda recuperar su nivel. Haría competencia con Valles bajo palos y, al tiempo, permitiría que se pudiese hacer caja por Álex, quien tiene buen cartel. Se repetiría, de esta manera, la maniobra que se ejecutó en enero de 2020 con Josep Martínez, que fue vendido al Leipzig después de seguir, exactamente el mismo camino que ahora ha tenido Domínguez: ascenso desde el filial, explosión, captación por parte de las inferiores de la selección, revalorización, pérdida del puesto en la UD y venta.
A falta de conocer la identidad del nuevo entrenador, Luis Helguera considera que con Valles y Raúl quedaría perfectamente cubierta la demarcación, pudiendo tirar siempre del filial si así se requiriera, y, a la vez, ve una oportunidad importante para sacar rédito de Álex, relegado desde hace semanas a la suplencia y que, definitivamente, ha perdido el pulso por el puesto. No juega desde el 19 de marzo, justo antes de partir a la concentración de la sub-21, y que Pepe Mel no lo haya puesto posteriormente responde a criterios técnicos. El preparador madrileño, eso sí, está abierto a darle minutos en alguno de los tres encuentros que restan para premiar su trabajo y actitud, pero, a lo largo de la campaña, los números evidencian que Valles, con 25 encuentros disputados, está por delante de su compañero, que totaliza 15 presencias.
De confirmarse este plan, Raúl lograría lo que parecía impensable meses atrás, cuando amagó con denunciar a la UD y llegó a figurar, como Rivera, en un ERTE anunciado en octubre y revocado unas horas después . Parecía que su reincorporación era utópica a cuenta de esas diferencias, pero el cancerbero formado en Lezama ha ido rebajando la discrepancia con la entidad, con la que evitó llegar a los juzgados, lleva semanas ejercitándose con la plantilla, aunque no tiene ficha, y no se pierde ningún partido del equipo en el Gran Canaria, gestos inequívocos de que la situación se ha reconducido hasta el extremo de que puede desembocar en la firma de un nuevo contrato. Todo va a depender de cómo se desarrollen los acontecimientos en las semanas que vienen, decisivas para dar forma a las salidas que se necesitan para liberar masa salarial y habilitar renovaciones y refuerzos. Pero en la portería emerge un plan y que implica, de materializarse, novedades insospechadas.