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Vaya cara de alfombra roja se está quedando sin Martín

Vaya cara de alfombra roja se está quedando sin Martín

La baja de Mantovani se está acentuando con el paso de los minutos. Pepe Mel no está logrando cerrar la hemorragia defensiva con Aythami Artiles y Mauricio Lemos en la retaguardia. El invento de Álex Suárez en el costado sale rana

Jueves, 1 de enero 1970

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Una caricatura con forma de saco de boxeo. Así está la UD desde la lesión de Mantovani. La defensa sale a dos fallos sanguinarios por partido y eso, en esta categoría, condena a cualquiera. Los regalos en la retaguardia, con Mauricio Lemos y Aythami Artiles mezclando y haciendo aguas en la zaga, están acentuando la figura del argentino, a quien todavía le queda para volver a los terrenos de juego.

En La Romareda solo bastaron tres minutos para sonrojarse. Balón al cielo, Mauricio Lemos cabecea hacia atrás, Josep va en la caza del esférico, al que llega antes Luis Suárez (otro rollo lo del delantero del Zaragoza) y ya estaba uno por debajo Las Palmas. Prácticamente sin romper a sudar y tocaba remar a contracorriente. Desdibujada y ya colorada, la Unión Deportiva se iba al ataque en busca del empate, pero, por desgracia, lo que se encontró no fue un premio, sino una condena.

Una genialidad del tocayo de nombre y apellido del delantero del FC Barcelona suponía el segundo tanto para los locales. Taconazo mirando con un ojo en la nuca y Nieto no marraba el regalo ante Josep Martínez. Álex Suárez rompía el fuera de juego y Las Palmas veía cómo caía debido a sus propios defectos. Pero no acababa ahí la broma. Aythami se subía en lo alto de un rival y el árbitro señalaba la pena máxima. Josep paraba, pero la alegría duró milésimas de segundo, pues Suárez, cómo no, destrozaba la red en el rebote.

Para más inri, Mauricio Lemos acababa expulsado. Luis Suárez le dio la tarde y le sacó los colores. El ariete bailó al charrúa, que está muy lejos del nivel que todos saben que puede dar, y evidenció la alfombra roja que puso Las Palmas en tierras aragonesas. El Zaragoza se dio un paseo, corriendo y compitiendo con más ímpetu, todo sea dicho, por La Romareda. Y la UD, que deja helados a sus seguidores, demuestra cierta dependencia de Pedri González, un crío de 16 años y al que todavía le podrían quedar varias semanas en Brasil.

Y solo había que escuchar y ver la cara de Jonathan Viera tras la dolorosa derrota para darse cuenta de que el combinado grancanario ha dado un paso atrás, de manera sorpresiva, y, tal vez, por falta de esa «humildad» a la que apeló el mago de La Feria para reencontrarse con los triunfos. De momento, algo tendrá que cambiar Pepe Mel porque la pareja de centrales no está rindiendo (aunque Lemos está ya sancionado), falta pegada y jugadores como Srnic, que corre y trabaja mucho, resta más de lo que suma en ataque.

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