Álvaro Valles, bético de cuna confeso y criado en las categorías inferiores del club verdiblanco, inicia este lunes una semana especial a más no poder, quizás la que más a nivel emocional en su carrera deportiva. El portero titular e indiscutible de la UD regresa al Villamarín, vuelve el domingo al escenario de sus sueños de niño pero que nunca pudo ser su casa, toda vez que fue captado de la cantera andaluza por Las Palmas en 2018, con apenas 20 años y sin haber asomado al ámbito profesional en su tierra natal. Una pretemporada con Quique Setién en el primer equipo, en el verano de 2017, fue su listón más alto en Heliópolis.
El resto de su historia con el escudo de las trece barras se escribió en el filial, concluyendo su etapa con una cesión al Gerena para jugar en Tercera División en el curso 2017-18. Por lo que fuera, no le vieron sitio ni proyección en la estructura del Betis y ahí le echó el lazo la UD para incorporarlo a la cantera.
Desde entonces no ha parado de crecer y crecer en el Gran Canaria, luego de superar un primer año de adaptación duro en el que apenas jugó siete partidos, hasta asentarse en la élite y con una cotización disparada. Ahora cruza sus caminos con el Betis hecho un hombre, en el mejor momento de su carrera y pleno de motivación.
Imposible un escenario de mayor impacto para Valles, quien tiene señalado este compromiso en rojo por todo lo que supone. Si en septiembre, cuando tocó visitar al Sevilla en el Sánchez Pizjuán, Valles admitía sensaciones peculiares, ahora todo se redobla por ser el rival el que es.
Tras firmar una nueva actuación soberbia ante el Atlético Osasuna, en línea con todas las que lleva en este curso, quiere coronarse en una plaza de enorme simbolismo en su vida y trayectoria. En la grada estarán su familia y amigos y, tampoco lo pasa por alto, también se impone el interés competitivo del equipo, cuya imagen y prestaciones fuera de casa están siendo solventes, más allá de que en algún desplazamiento se le haya negado la suerte merecida.
El arquero de La Rinconada no necesita hacer nada extraordinario para lucir frente a un escudo que le inflama. Viene rindiendo con una eficacia que así se refleja en las estadísticas acumuladas hasta la fecha: 43 paradas en 14 jornadas, siendo el séptimo cancerbero de la categoría con mayor eficacia en sus intervenciones. Ahora, en el horizonte, aparece el partido de los partidos para Álvaro Valles. Y allá va a por todas.
Monitorizado en Heliópolis
Valles acaba contrato el próximo mes de junio, aunque con renovación automática en el momento en el que cumpla 25 partidos, algo que ya se da por sentado. Con todo, y pese a que la UD pueda hacerse fuerte amparándose en el vínculo vigente, ya suenan nombres de clubes que están monitorizando al meta con vistas al futuro cercano. Y entre el elenco de pretendientes figura el Betis, que ha tomado buena nota de un canterano al que no hizo hueco en su momento y que ya luce como realidad pujante.
También se ha deslizado el interés del Sevilla. No es de extrañar a cuenta de las excelentes críticas que está coleccionando jornada a jornada.
Sea como fuere, el domingo muchos ojos estarán puestos en él y, entre esa multitud, algunos con intenciones de ampliar el seguimiento iniciado para abordar su contratación.
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.