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Canarias7 / Las Palmas de Gran Canaria
Jueves, 1 de enero 1970
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«No crean que me siento una estrella, ni mucho menos. Soy la misma persona que deseaba de niño vestir la camiseta de la UD Las Palmas y poder lucirla en algún partido en Primera División. Y, afortunadamente, esto sí lo he conseguido.
No pueden imaginarse lo orgulloso que estoy de haber podido vivir este momento. Sin embargo, no me marcho satisfecho. Mi intención era la de disfrutar, sudar la camiseta y sumar puntos para marcharme con la conciencia tranquila.
Pero por culpa de las lesiones me ha faltado la continuidad deseada que necesitaba para poder ayudar mucho más al equipo. Llegué a Las Palmas con la idea de no reservarme nada, de pelear por un puesto, de cumplir el viejo anhelo de jugar de amarillo en Primera. He intentado devolver todo el cariño que he recibido. He dado todo lo que tengo.
En esta despedida quiero agradecer al presidente por el empeño puesto para permitirme volver a jugar en casa, en mi tierra. A nuestra afición por sus innumerables muestras de apoyo, a mis compañeros les digo que estoy firmemente convencido que las cosas van a salir bien.
A todos los empleados del club les doy las gracias por tanto cariño desinteresado recibido. Ojalá en un futuro podamos volver a juntarnos porque este aficionado amarillo afirma que la Unión Deportiva es el equipo al que amo», dijo Vitolo.
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