El último tren para la sexta plaza pasa el sábado y ante el Rayo Vallecano: es ganar o decir adiós
El equipo madrileño ocupa la única plaza del playoff accesible y con una ventaja de siete puntos, lo que obliga a lograr el triunfo
IGNACIO S. ACEDO
Las Palmas de Gran Canaria
Martes, 2 de marzo 2021, 00:00
En los deseos de no renunciar a esa sexta plaza cada vez más cara pero que abre las puertas al sueño del ascenso, en la UD se toman el partido del próximo sábado frente al Rayo Vallecano como el tren definitivo. El equipo madrileño, que ahora ocupa la última plaza del playoff y tiene siete puntos más que Las Palmas, marca la frontera en las aspiraciones de muchos equipos que siguen a la caza de colarse en la zona elegida, ya que Sporting (47 puntos), Leganés (49) y Almería (52) han logrado abrir una brecha que, para numerosos candidatos, entre los que se encuentra la UD, parece ya inalcanzable. Por tanto, queda como único recurso dar caza al poseedor del enganche que resta y que ahora, curiosidades del calendario, es el rival venidero en el Gran Canaria y con el que, metidos en faena, convendría solventar, también, el goal average particular, factor que puede tener una trascendencia capital dentro de unas semanas. Tras lo acontecido en la primera vuelta en Vallecas (derrota por 2-0), la misión redobla sus dificultades.
Viniendo de donde viene la UD, un 4-0 en Castalia con condicionantes arbitrales pero también factores que señalan el rendimiento propio, como así lo admitió el mismísimo Pepe Mel, mucho van a tener que mejorar los futbolistas para aspirar a competirle a un adversario mucho mejor armado que el Castellón y qué decir de tratar de decantar la diferencia de goles que resolverían un empate a puntos.
Pero no caben lamentos y sí el mejor propósito para dejar atrás la decepción del pasado fin de semana, con la intención de levantarse en uno de esos encuentros que reúne especial valor estratégico, por tanto en cuanto, de saldarlo a favor significa, además de sumar los puntos en disputa, que el contrario deje de hacerlo, lo que constituye un factor duplicador.
Aunque el mensaje oficial desde la UD habla de la salvación como parámetro primordial, en el alto mando también advierten de que se han realizado esfuerzos notables con el fin de potenciar la plantilla. «Acabamos de fichar al mejor jugador que hay en la categoría», aseguran a propósito de Jesé, lo que invita a pensar en un salto cualitativo en la trayectoria del equipo, algo que, por otra parte, no se termina de materializar. Tres puntos de los últimos quince en juego retratan la inercia más reciente.
Con todo, se está a tiempo de entrar de lleno en la pelea pero siempre dentro de una premisa innegociable: ganar. Todo lo que no sea una victoria dejaría en imposible pretender algo más que blindar la plaza en Segunda, pues, como mínimo, el Rayo mantendría su renta (más el goal average) y a riesgo de que otros perseguidores pudieran entrar en el sexteto de cabeza y con mejores parámetros (la Ponferradina únicamente está un punto por debajo del cuadro de la franja, que lleva once jornadas consecutivas entre los mejores, y amenaza con desbancarlo a la mínima concesión).
Con quince partidos por delante hay tiempo y margen todavía para depender de sí mismos en el desafío de compatibilizar la salvación con una rendimiento y balance que genere más expectativas. Pero hay diferencias que ya empiezan a ser insalvables (como el ascenso directo, 18 puntos por arriba) y puede suceder lo mismo, a corto plazo, si el Rayo sale indemne de Siete Palmas. Se sabe en el vestuario y también la trascendencia anímica que comportaría imponerse en una batalla, la primera de marzo, con tintes indiscutibles.
Puntos quedan por disputarse en la Liga SmartBank, margen suficiente para que la UD pueda engancharse a los puestos altos, aunque obligada a adquirir regularidad y de manera inmediata.