todo listo para la marcha fúnebre
Puede que sea mañana, puede que el lunes, lo mismo se aplaza una semana más. Pero el descenso a Segunda División ya es inevitable y en la UD están preparados para el funeral. Será la tercera pérdida de categoría en el siglo XXI, tras la de 2002, como ahora, de Primera a Segunda, y la de 2004, de Segunda a Segunda B.
Ignacio S. Acedo e Ignacio S. Acedo Las Palmas de Gran Canaria
Sábado, 21 de abril 2018, 09:57
Vienen tiempos de penumbra en una UD que, de figurar en el mismo escaparate que el Real Madrid o Barcelona, en adelante deberá rivalizar con escudos en las antípodas de los referidos. Tres temporadas ha durado el sueño de pertenecer a la aristocracia nacional desde que en junio de 2015, con Paco Herrera en el banquillo, Las Palmas recuperaba el sitio entre los mejores. Tardó trece años en regresar, con paso doloroso por la categoría de bronce. Una larga travesía en la que estuvo Miguel Ángel Ramírez en la presidencia y que ahora va vivir un revés deportivo mayor que el Cordobazo, hasta la fecha la decepción deportiva capital en su gestión. Es cuestión de horas o de días el desenlace fatal que todos han asumido y que va a dar con los huesos del club en un escalón inferior al que ahora ostenta, consecuencia directa de una temporada desastrosa en la que se han exhibido cuatro entrenadores y utilizado casi cuarenta jugadores, cifras disparatadas y que ilustran una planificación catastrófica. De arrancar en verano con Vitolo, Viera y Boateng, a terminarla con Nacho Gil, Jairo o Ezekiel. De querer sublimar el proyecto de cantera, a presentar formaciones sin rastro alguno de Barranco Seco. De soñar con «la mejor plantilla de siempre», como así se calificó al inicio, a sentir vergüenza con los números desastrosos de un equipo ya sentenciado con un mes por delante de calendario.
Con el que está por venir, la UD totalizará ocho descensos desde su fundación, en 1949, y afrontará su 29ª campaña en Segunda. De momento, prevalece su balance en Primera, donde ha cometido en 34 cursos. Su balance se completa con otros seis años en Segunda B y uno en categoría regional (1949-50).
Ahora le tocará seguir escribiendo capítulos lejos de su escenario predilecto, el que nunca debió abandonar.
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