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La temporada se volverá a hacer larga, perdida la opción del ascenso y con la salvación a punto

La temporada se volverá a hacer larga, perdida la opción del ascenso y con la salvación a punto

Tal y como ha pasado en las dos campañas anteriores, sobrarán jornadas y la UD tendrá que sobrellevar su barbecho clasificatorio

IGNACIO S. ACEDO

Las Palmas de Gran Canaria

Martes, 6 de abril 2021, 01:00

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En la UD muchos todavía se resisten a tirar la toalla, echan mano de la calculadora, piensan en un final de temporada impecable que permita seguir en la pelea por la sexta plaza. Nueve jornadas por delante, 27 puntos en juego y una desventaja ahora de ocho con el Rayo, aunque el conjunto madrileño con un partido menos. La empresa obliga a una acrobacia perfecta y, de paso, que el resto de conjuntos implicados tampoco esté alumbrado por la suerte. Las matemáticas habilitan el sueño, pero la realidad invita a pensar en que la temporada se hará larga y van a sobrar partidos, con la permanencia asi en el bolsillo, a dos triunfos vista, y los playoff instalados en la utopía.

El propio Pepe Mel, en sus cálculos, así lo anticipaba antes de la vista del Mallorca. «Si ganamos no vamos a renunciar a nada», afirmó en la víspera de recibir al conjunto balear. El caso es que si venciendo la cuestión ya estaba cara, sin que se diera este supuesto todo se ha encarecido de una manera quizás ya imposible.

Un vistazo a la tabla evidencia que los cinco primeros ya están fuera de alcance. Espanyol (67 puntos) y Mallorca (65) están, directamente, en otro ámbito, y tienen a mano el ascenso directo si no se columpian demasiado. Por detrás, Almería (60), Leganés (57) y Sporting (56) también disfrutan de un colchón sustancial con el Girona, que con 49 unidades, es el primer perseguidor fuera del vagón de los elegidos e instalado en el séptimo escalón. El objetivo se reduce, por tanto, a un Rayo que con 52 puntos es sexto pero tiene un comodín extra: el del partido aplazado con el Mirandés y que lo jugará el próximo 14 de abril. Si gana abriría brecha y más si es capaz de hacer lo propio la próxima jornada, en la que mide fuerzas precisamente ante el Girona. Puestos a especular, hasta le puede valer con no perder para conservar su ventaja y luego poder ampliarla en ese compromiso pendiente. Octava es la Ponferradina, con 48, ya al límite de que un fallo más la deje fuera de toda opción. En la quiniela todavía entra el mencionado Mirandés, con 44 tras asaltar El Molinón y dos encuentros por disputar (Rayo y Tenerife). De hacer pleno se metería de lleno en una lucha a la que no estaba llamado por presupuesto y expectativas.

Ya por debajo de todos estos clubes, llamados a repartirse el trozo de pastel más apetecido, al resto, incluyendo la UD, les queda apelar a un milagro y esperar. Y ni así parece al alcance enganchar a los de arriba por las diferencias establecidas y el estrecho margen de maniobra. En el caso de Las Palmas, un triunfo en las últimas cuatro jornadas (6-1 al Lugo), con un balance de cinco de doce puntos posibles, ha terminado por cerrar cualquier puerta a la esperanza de adornar la salvación con algún matiz más.

Por mucho que se repita que el gran objetivo para por blindar la permanencia en Segunda, fichajes como el de Jesé en el mercado invernal destapan que siempre latió el deseo no manifiesto pero sí explícito de rebelarse ante el conformismo de las últimas campañas. Desde el descenso de 2018, la UD jamás ha estado en disposición de pelear una plaza entre los mejores de Segunda en el tramo decisivo del calendario y ahora se va a reproducir exactamente la misma secuencia.

Quienes en el alto mando del club asumen que no se llegará a tiempo a otra cosa que a salvar el pellejo opinan que el bagaje de esta campaña puede servir para el futuro, en su percepción de la juventud de la plantilla y la importancia de adquirir más experiencia y cuajo en la categoría. Apelan, también, al prestigio y tradición de la entidad para no abandonarse y salir a por cada uno de los puntos que queden por delante por mucho de que el incentivo en la tabla sea ornamental. Es una batalla en la que también se implica Mel, cuya renovación está por discutir y conocedor de que un final de temporada positivo y trufado de buenos resultados terminaría de darle el empujón deseado para encarar la que sería su cuarta campaña al frente de la UD.

Son los puntos que quedan en juego y la UD necesitará sumar, al menos seis, para asegurarse la permanencia en la categoría. Tiene nueve jornadas por delante y el objetivo parece más que factible porque incluso le valdría con varios empates y un triunfo.

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