Seis nombres propios en el Heliodoro

2-Narciso Rodríguez

El delantero de Arucas destaca y muy por encima de todos los protagonistas en este apartado por lo que fue capaz de hacer en un derbi de Copa del Rey en 1986. Cuatro goles marcó Narciso al meta Aguirreoa el 1 de octubre de 1986 (minutos 20, 69, 74 y 83) para firmar la actuación más memorable que se ha dado hasta la fecha en un clásico del fútbol canario y que concluyó 1-4. «Éramos muy superiores al Tenerife y creo que el marcador así lo evidencia. Todos los que vivimos ese triunfo nos llevamos una satisfacción tremenda porque ganarle al Tenerife siempre es especial. Sea Liga, Copa o un amistoso. Me tocó destacar por el acierto en el área contraria, aunque sin la ayuda de los compañeros nada hubiese sido posible. En caliente no le otorgué demasiada importancia, pero en los días posteriores comencé a darme cuenta de lo feliz que había hecho a mucha gente y eso es lo que te queda», aseguraba Narciso a propósito de su gesta.

3-Manolo López

Enero de 1995. Nuevo cruce de Copa del Rey. En la ida, en el Isnular, 0-0. Una UD que estaba en Segunda B ante un Tenerife de Primera División y con figuras internacionales como Pizzi, Del Solar, Felipe o Latorre. También, con el cuatro a la espalda, su actual téncico, Ramis. En la vuelta disputada en el Heliodoro, Manolo López, que fue recibido con aplausos por su pasado blanquiazul, dio un recital de paradas logrando que la UD sobreviviera al asedio local durante los noventa minutos reglamentarios y la posterior prórroga. La suerte de la eliminatoria se fue a los penaltis y Manolo detuvo el primer lanzamiento que ejecutó Chano, cimentando la clasificación que se lograría por un global de 3-4 en esa tanda desde el punto fatídico. Esta victoria forma parte de la historia contemporánea de la entidad por la explosión de alegría que produjo en Gran Canaria.

4-Nacho González

Que un portero haga gol sigue siendo algo estrafalario en el fútbol moderno, aunque Nacho González normalizó esa faceta en la UD al ser habitual lanzador de penaltis. Hasta seis tantos firmó el arquero argentino con la camiseta de la UD bajo esta faceta. Pero el más recordado, sin duda, fue el que anotó en el derbi del 22 de diciembre de 2001 y que sirvió para redondear el 1-3. No le tembló a Nacho la responsabilidad de patear la pena máxima en el minuto 74 y escenificar un festejo icónico en el césped del Heliodoro. Su imagen con los brazos en alto aquella noche se asocia a un momento de máxima felicidad y reúne gran simbolismo aunque ya hayan pasado más de veinte años. Acumuló grandes actuaciones en Primera en el marco de la UD, pero todos los aficionados le recuerdan siempre por su zapatazo a la red defendida por Sergio Aragoneses.

5-Mauro Quiroga

Un remate suyo en los últimos compases del derbi de la temporada 2010-11 disputado en el Heliodoro permitió a la UD rescatar un punto que parecía perdido y en un encuentro que terminó en tablas (1-1). El ariete entró en el terreno de juego en el minuto 73, con 1-0 en contra, y como recurso de emergencia y, catorce después, conectó un remate que acabó dentro y llevó el delirio a sus compañeros y aficionados amarillos desplazados, incluyendo a Germán Dévora, que siguió el encuentro desde las cabinas de prensa. Fue un empate que supo a victoria y así se valoró por parte de todos los protagonistas, que, incluso, mantearon a Paco Jémez, el entrenador de aquel entonces, sobre el mismo césped del Rodríguez López tras el pitido final del colegiado.

6-Kirian Rodríguez

Canterano del Tenerife pero convertido en realidad defendiendo el escudo de la UD, Kirian vivió un día de especial trascendencia el 2 de enero de 2022. Ya era especial para él ser titular en la que pudo haber sido su casa, más emotividad tuvo que anotara el gol del triunfo (0-1) con un derechazo desde lejos y que sorprendió al portero. Acababa con la larga sequía de victorias de la UD en el recinto blanquiazul, más de veinte años y, de paso, se reivindicaba a lo grande ante sus paisanos. Kirian fue respetuoso en la celebración pese a todo lo que significaba para su equipo. Hoy, con la perspectiva de todo lo que le tocado superar, se agiganta su figura que tocó cima en la plaza del enemigo histórico.