Jeremía Recoba quiere escribir su historia: «No pienso en la carrera de mi padre, yo tengo la mía»
El uruguayo se muestra convencido de llevar a la UD Las Palmas a Primera División y promete guerra
Seguro, convencido y destilando calidad por los cuatro costados. Así llegó Jeremía Recoba a la sala de prensa de Barranco Seco para presentarse en sociedad. No le pesa el apellido, quiere escribir su propia historia y está deseoso de devolver a Primera a la UD Las Palmas.
«Soy un jugador involucrado con el gol. Mi primera opción siempre es mirar para adelante. No juego para la hinchada, pero mi estilo mueve a la hinchada. Vamos a tener un gran año con la afición», se definió Jeremía Recoba ante los medios de comunicación.
«Mi familia me dijo que Las Palmas era un club de tener la pelota y no dudé en venir para acá», dejó claro el futbolista amarillo. «Mi padre, mi madre, toda mi familia me ayudó a venir. Este era el mejor club. Había ofertas de otros cuadros, pero nos decidimos por la filosofía y por el entorno. Me llegó que aquí se vive muy bien», aseveró el uruguayo nacido en Italia.
«Siempre me hacen la misma pregunta», indicó al ser cuestionado por su padre y el peso que conlleva su apellido. «No pienso en su carrera. Me la pongo como un desafío. Si la puedo superar, pues mejor. Sé que no es fácil pero estoy para eso. Él hizo su carrera en su momento y yo tengo ahora la mía. Espero que sea mejor que la de él. Y él también lo espera», expuso Jeremía con una sonrisa de oreja a oreja.
Todavía no ha «tenido la oportunidad» de hablar con Luis García para lo que «espera» de él.
Coincidirá con dos ilustres en la UD. «Jesé y Viera tienen mucha experiencia. Me tendré que adaptar a ellos y ellos también a mí. Son muy talentosos», comentó Jeremía.
El ascenso entre ceja y ceja. Fichó para eso. Para jugar en la élite. «Mi entención y la del grupo es terminar la temporada, darnos un abrazo y estar en Primera. La UD es un club de Primera y ahí debemos estar», declaró el futbolista.
Recoba puede moverse en cualquier parte del campo, adaptándose a lo que el «entrenador necesite». También podría actuar como falso nueve. «En Nacional me han puesto ahí en algún partido. Me veo ahí, claro», matizó.
Las puertas del vestuario se le abrieron de par en par. «Todos me acogieron muy bien, me preguntaron si sabía dónde iba a vivir. Estoy muy agradecido con todos, todos se acercaron a ver cómo estaba», concluyó la nueva esperanza amarilla.
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