Moleiro se hunde al acabar el partido: una desolación que huele a despedida

La imagen de Alberto Moleiro hundido en el banquillo de la UD, ya finalizado el encuentro frente al Leganés, hurga más en la herida de un equipo ahora desolado por su descenso a Segunda División y en el que se anuncian tiempos de recesión y de cambios.

Moleiro, con contrato en vigor pero cuya cláusula de rescisión pasa de 60 a 30 millones de euros por la caída a la categoría de plata, fue uno de los jugadores que más expresó su decepción y contrariedad por todo lo que ha deparado una temporada frustrante por su desenlace.

Así, el canterano permaneció durante largo rato en el banquillo del equipo cuando muchos de sus compañeros ya estaban en el vestuario. Cabizbajo, con la mirada perdida y ostensibles gestos de tristeza e impotencia, el tinerfeño no encontraba consuelo posible a la amargura que ha supuesto este desenlace.

Ni siquiera los ánimos que recibió por parte de varios seguidores que se percataron de su situación sirvieron para que el jugador levantara el ánimo. Antes, al ser cambiado, aplaudió a la grada en correspondencia al cariño recibido y en lo que sonó a despedida.

La UD ya recibió tiempo atrás ofertas por Moleiro y se da por hecho que no seguirá la temporada venidera. El propio Moleiro, con la estampa que ofreció este domingo, alimenta las especulaciones.

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