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Mamé León, leyenda querida en el Insular y en el Heliodoro

La historia del fútbol canario asocia a Mamé León a los colores de la UD y a una etapa irrepetible en la que se alcanzaron logros memorables. Fue cedido al Tenerife al final del curso 1963-64 para una eliminatoria copera ante el Barcelona.

Miércoles, 12 de diciembre 2018, 13:28

Un equipo que discutía campeonatos de Liga a Madrid y Barcelona, que asombraba en cada estadio, que se asomó a Europa jugando la Copa de Ferias, luego denominada UEFA. De 1962 a 1975 cumplió trece años de impecables servicios a la causa, consagrándose para siempre y entrando en la eternidad. Para el Insular era un icono y que se inmortalizó con su fútbol y arte rodeado de mitos como Germán, Guedes, Tonono o Castellano, entre otros. Pero Mamé también tuvo una incursión en el Tenerife. Efímera, porque se limitó a dos partidos oficiales, ambos de Copa, y alguno más amistoso, pero plena de igual manera, ya que le bastaron pocas semanas de pertenencia al eterno rival para que el Heliodoro Rodríguez López también le rindiera pleitesía. «Puedo decir con orgullo y, a la vez, emoción, que siempre me sentí muy querido tanto en Gran Canaria como en Tenerife. Y es algo muy gratificante porque hablamos de dos clubes y dos aficiones de gran tradición e historia que son símbolo de nuestro archipiélago», expone ahora que viene en camino un derbi que siempre polariza atenciones.

La memoria enciclopédica de Mamé permite recordar con toda suerte de detalles qué circunstancias y condicionantes le llevaron al Tenerife cuando ya emergía su estrella en la UD. «Fue al final de la temporada 1963-64, cuando ascendimos a Primera División, con motivo de las eliminatorias de la Copa del Generalísimo. A la UD le tocó enfrentarse al Constancia de Inca en un emparejamiento que requirió hasta un encuentro de desempate. Yo no intervine en ninguno de esos partidos y ya cuando estaba más pendiente de las vacaciones que de otra cosa, me llamaron a la sede de Luis Antúnez para proponerme irme al Tenerife».

«Entonces, Paco Campos, el hermano de Carmelo, era el entrenador del Tenerife. Me conocía muy bien y me pidió para reforzar al equipo en la Copa. A mí me extrañó un poco todo, pero cuando pregunté qué rival tendría el Tenerife y me dijeron que el Barcelona, ni me lo pensé. Fue una cesión pactada y en la que todos estuvimos de acuerdo», subraya.

León disputó los dos encuentros frente al todopoderoso conjunto azulgrana, que acabaría superando el cruce, en una experiencia que le dejó huella. «Compartí vestuario con Juan Padrón, Paquillo, José Juan o Martín Marrero, dos que luego vendrían a la UD. En la ida perdimos y, aunque no pasamos, en la vuelta le dimos una alegría a la afición logrando un triunfo por 2-1. En ese partido debutó Martín Marrero, que iba para fenómeno como así fue. Uno de los goles llegó con una jugada mía por banda que remató José Juan», subraya.

Luego, acabado ya el calendario, completaría su estancia en el Tenerife con algunos ensayos entre los que se incluyó uno en el Insular y frente a la UD.

«Después de jugar en el Tenerife, por la reglamentación vigente, no pude volver a tener minutos en la UD hasta pasados unos meses. No me importó porque para mí fue muy bonita aquella oportunidad», admite.

Mamé espera «un gran partido» este domingo y que gane la UD, aunque no oculta que su segundo equipo es el Tenerife: «Quiero que suban los dos a Primera. Ojalá este derbi ya no se viva más en Segunda», concluye.

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