«El Madrid pagó por mí 65 millones de pesetas y ese dinero sacó de muchos problemas a la UD»
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Julio Suárez, que defendió las dos camisetas, se apunta a la sorpresa este sábado en el Gran Canaria: «Podemos ganar perfectamente»Secciones
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Julio Suárez, que defendió las dos camisetas, se apunta a la sorpresa este sábado en el Gran Canaria: «Podemos ganar perfectamente»Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
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No necesita presentaciones una figura como Julio Suárez (Las Palmas de Gran Canaria, 1960), siempre desbordante de humanidad y energía. Presidente del Universitario («tenemos nueve equipos y de un nivel enorme»), integrado, como asesor, en el gabinete de la alcaldesa capitalina, Carolina Darias, y, por encima de todo, hombre de fútbol y con inquietudes intactas. En su día fue joya de Barranco Seco y jugó en el Madrid entrenado por Di Stéfano a mitad de los ochenta. El sábado estará en el estadio. «Podemos ganarle al Madrid perfectamente», avisa.
-¿Tan optimista como para pensar que la UD es favorita?
-No tanto. Enfrente está el Madrid. Pero a un partido puede pasar de todo y la UD está impresionante. Tenemos al mejor portero de España. Tiene que estar en la selección pero ya mismo. Y Moleiro, Kirian, el ambiente que habrá en el campo. El Madrid lo va a pasar mal. Y no descarto que nos llevemos una alegría.
-Va con la UD.
-Siempre. Del Madrid solo puedo hablar maravillas. Dejé amigos allí que todavía conservo, como Chendo, que es el delegado y al que iré a saludar al hotel. Pero soy grancanario y la UD es mi equipo siempre. Espero poder celebrar el triunfo. Y si no se puede ganar, pues rascar un empate. Hay que salir a morder y hay que creeérselo. Yo veo al equipo capacitado. De verdad que sí.
-En 1983, tras cuatro temporadas en la UD, siempre en Primera, le ficha el Madrid. ¿Cómo recuerda aquello?
-Estaba entrenando en Barranco Seco y Mamé León me dice que me tengo que presentar en el club. Y al llegar me indican que esa misma tarde me voy a Madrid porque me va a fichar el Madrid. Se había hablado de que Luis Aragonés me recomendó al Atlético, pero el Madrid fue el que más me quiso. Pagaron 65 millones de pesetas, un dinero que le vino de maravilla a la UD y le sacó de muchos problemas. Eso lo tengo como una gran satisfaccción personal por ayudar al equipo de mi tierra. Y yo también renuncié a un buen dinero que me correspondía de porcentaje de traspaso. En unas horas pasé de estar en Barranco Seco a firmar mi contrato en el Bernabéu. Era jugar en el mejor equipo del mundo. Un sueño.
-¿Le sorprendió?
-Había sido internacional en categorías inferiores, rendía bien y jugaba en Primera. Fue una sorpresa que todo fuese tan rápido. Pero se oían cosas, rumores...
-Pero las cosas no fueron como esperaba. Un año, apenas 7 partidos...
-En mi debut tiré una pelota que dio en el larguero. Lo mismo si hubiese entrado... Ya sabemos cómo es el fútbol. Había muchísima competencia: Santillana, Pineda, Juanito... Pero fue una experiencia muy buena en todos los sentidos. Aprendí, maduré, compartí vestuario con personas maravillosas. Me emociona recordarlo. Fue un orgullo enorme. Me hubiese gustado jugar más, claro, pero las cosas se dieron de esa manera y me quedo con lo positivo.
-Y le entrenó Di Stéfano. Palabras mayores.
-Era un ganador. Hasta en las pachangas quería ganar. Tenía sus cosas, a veces era un poco raro. Pero un genio. Cuando le digo a la gente joven que jugué en el Madrid y me entrenó el mejor de todos los tiempos ni me creen... (Ríe) Pero fue así.
-Extraña que ya no volviera a la UD tras dejar el Madrid. ¿Qué pasó para que terminara en el Tenerife?
-Luis de Carlos, que era el presidente del Madrid, quería me volviera a la UD y así me lo dijo. Incluso estuve entrenando quince días con la UD a la espera de llegar a un acuerdo que parecía que se iba a producir... Pero que nunca se logró. Acabé en el Elche y, tras un año, la UD volvió a preguntar por mí. Recuerdo estar yendo en barco a Tenerife para acompañar a mi hermano Pepe Juan, al que pretendía el Tenerife, y, en pleno trayecto, llamarme el capitán desde la cabina para decirme que Luis de Carlos quería hablar conmigo. ¿Cómo se había enterado que estaba allí? Ni sé. Me pongo al teléfono y me dice que me vuelva a Gran Canaria. Que la UD insistía. Y vuelvo y pasa lo de antes. Mucho hablar y nada de nada. Quise regresar e hice todo lo que pude. Pero no hubo manera.
-¿Le quedó esa espinita?
-Me hubiese gustado retirarme en la UD. No puedo negarlo. Pero no me arrepiento de nada de lo que pasó.
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