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La jugada entre Araujo y Rubén Castro en el minuto 94 que acabó en gol pero que Pérez Pallas anuló por una mano inexistente del argentino fue la gota que colmó el vaso. Otros dos puntos al limbo y la indignación de Jiménez por las nubes. No está teniendo suerte con los árbitros la Unión Deportiva esta temporada. Es un hecho incuestionable al margen de los problemas futbolísticos o la sensación de que no se está sacando el máximo rendimiento a, posiblemente, la mejor plantilla de la categoría.
El técnico, aunque asumió que Las Palmas cometió errores imperdonables que le llevaron a perder la renta de dos goles que lograron en los primeros 13 minutos, reclamó el uso del videoarbitraje cansado de que los errores siempre caigan del mismo lado. Según las cuentas del profesional del Arahal, sin estos fallos, el equipo amarillo tendría ya 27 puntos en su casillero y no los 19 con los que ahora cuenta y que mantienen al representativo en la quinta posición de la tabla.
Líder en solitario si se hubiera hecho justicia ante Sporting, Alcorcón, Almería y Mallorca. En El Molinón, el gol de la victoria local (1-0) llegó con fuera de juego posicional de Álvaro Jiménez, mientras que en casa frente al conjunto madrileño, Rubén Castro no pudo romper el empate al señalársele posición ilegal cuando ya encaraba al portero. Su posición, como en Son Moix era correcta. Pero el día de mayor escándalo fue en la gran debacle de lo que va de campaña. En Los Juegos del Mediterráneo, el desastre empezó con un gol en flagrante fuera de juego de Narváez, y la escabechina continuó con hasta tres jugadas anuladas por inexistente posición antirreglamentaria en las que la UD tenía todo a favor para marcar.
Un punto más frente al Sporting, dos ante el Alcorcón, tres en Almería y otros dos más el pasado fin de semana. Esos son los cálculos que hace Jiménez y en los que sustenta sus quejas. Lo de los puntos siempre es algo subjetivo porque es imposible predecir que hubiera pasado en el caso de que los árbitros hubiesen actuado de forma correcta, pero no hay duda que en la carrera del ascenso, donde cada partido es trascendental, estas continuas injurias están dificultando todavía más el complicado objetivo que se ha impuesto la UD para este curso.
Manolo Jiménez no está solo en su denuncia. Sus jugadores también consideran que los colegiados les están perjudicando demasiado y así lo han expresado al término de los partidos. El sábado fueron Tana, Galarreta, Deivid y Mir los que clamaron contra la injusticia arbitral, pero el futbolista que más ha expresado su disconformidad es Cala. El cuarto capitán del equipo ya mostró su enfado tras el 3-0 en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, y en Mallorca publicó en sus redes sociales dos imágenes que evidencian la legalidad de la acción en el gol de Rubén Castro.
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