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La nueva UD «ganadora y con música en el balón» de Jiménez

El técnico comenzó ayer su andadura en Las Palmas con el primer día de trabajo. Una doble sesión que sirvió para mostrar sus cartas a los jugadores amarillos. El gen competitivo y el mimo a la pelota son innegociables.

Jueves, 1 de enero 1970

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Nueva temporada, nueva categoría, nuevo entrenador, nuevos jugadores... pero el balón es innegociable. La UD Las Palmas 2018-19 de Manolo Jiménez arrancó ayer con una doble sesión en El Hornillo y desde el primer momento quedó claro que la pelota volverá a ser protagonista. Solo faltó Peñalba, de resto estaban todos. Los cinco nuevos fichajes (Nauzet Pérez, Martín Mantovani, Deivid, Álvaro Lemos y Fidel Chaves) y los nueve canteranos que tratarán de convencer al técnico y hacerse un hueco en el primer equipo (Josep Martínez, Jeremy Valerón, Eric Curbelo, Diego Parras, Josemi Castañeda, Erik Expósito, Álex Suárez, Fabio González y Edu Espiau).

Un total de 27 jugadores, citados desde las 8.30 horas para la correspondiente analítica, comenzaron a descubrir el librillo de estilo que Jiménez busca imponer en su UD. Apoyado por sus ayudantes Jesús Calderón, Sebastián López y Felipe Benítez, el profesional andaluz no paró de dar instrucciones, lanzar mensajes de ánimo, corregir, aplaudir e incluso abroncar cuando fue necesario. Empieza con ganas, consciente de que la empresa no será fácil y del papelón que tiene por delante para recuperar a un grupo que todavía tiene muy cerca el amargo sabor del descenso.

«No corro para estrellarme, sino para ganar», «Recibimos y jugamos, no necesitamos más de dos toques», «Movimiento desde que soltamos el balón, no nos quedamos quietos»... Estas fueron algunas de las frases que dejó el exsevillista en su primera toma de contacto con sus nuevos jugadores. Antes saludó uno por uno a toda la plantilla y se mostró muy cercano con todos. Los quiere metidos en su proyecto desde el primer día y sabe que será clave ganarse la confianza de todo el grupo cuanto antes.

Sin cargas físicas demasiadas pesadas, pero con mucha intensidad en cada uno de los ejercicios, Jiménez no sobrecargó a los futbolistas, aunque tampoco permitió la relajación tras 48 días de vacaciones. Un buen calentamiento para empezar antes de que los tres guardametas (Nauzet Pérez, Raúl Lizoain y Josep Martínez) se separaran del resto del grupo y trabajasen a las órdenes de Cicovic, quien vuelve a la primera plantilla tras una corta etapa en el filial.

Fue estando con los jugadores de campo cuando se le escuchó al técnico repetir la frase del día: «Hay que hacer música con el balón», mensaje con el que Jiménez pretende devolver a la UD su esencia, esa que se tuvo con Setién pero que se perdió en la última temporada en Primera. Sin embargo, al mismo tiempo pretendía competitividad: «Jugamos para ganar y no para divertirnos», incidía.

Los preparatorio iniciales para la guerra de Segunda. En 1 hora y 20 minutos, y estrenando el verde legionario de la nueva equipación, los futbolistas dejaron caer las primeras gotas de sudor para una temporada de redención. Después de un año insultante para todos los seguidores amarillos, en manos de Jiménez está la misión de recuperar la ilusión a una afición amarilla demasiado maltratada.

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