Borrar
Moleiro, tras fallar. Cober
Januzaj se rebela frente a Gil Manzano

Januzaj se rebela frente a Gil Manzano

Fútbol ·

Las Palmas acumula ya su cuarto partido consecutivo sin ganar, pero logra un valioso punto en el 97 con un gol de falta del belga | Essugo fue expulsado

Kevin Fontecha

Las Palmas de Gran Canaria

Viernes, 24 de enero 2025

Parecía que enero iba a ser un mes de emociones positivas para la UD, luego de acabar el año en plena escalada, pero acaba fúnebre. Sin sol ni luz pese al delirio en el 97. Con cuatro partidos seguidos sin ganar -uno de ellos en Copa- y con solo un punto. Cierto es que, ante Osasuna faltó garra. Y sacrificio. También es verdad que de negro, Gil Manzano, conocido ya por sus arbitrajes decepcionantes y con ganas de ser el protagonista de la película, se cebó con los de amarillo. Aimar castigó, Essugo fue expulsado y Januzaj tuvo ángel. Con uno menos logró Las Palmas (1-1) un empate que, visto lo visto, sabe a gloria.

Y eso que comenzó caldeado el encuentro por culpa de un Gil Manzano que, además de soberbio, suele pitar lo que le venga en gana. Mika rompió a Moncayola dentro del área y luego, tras un agarrón del de Osasuna, se fue al césped. Sigan, dijo el árbitro de la contienda, pero era penalti. A la contra sí que vio una faltita de Fuster que le acarreó la primera amarilla del partido. Diez minutos habían pasado tan solo. El Gran Canaria rugía ante lo que, a ojos de todos los aficionados, había sido un escándalo.

Esto hizo que los rojillos apretaran y conquistaran el dominio de la redonda. La UD daba síntomas de cierto letargo. De estar algo apocada. De hecho, de no ser por dos robos fantásticos de Mika Mármol, ambos como último hombre, bien podría haberse oscurecido la noche desde bien temprano en Siete Palmas.

Con Fábio Silva recibiendo tortas de Catena -le sacó rápido una amarilla-, Moleiro bien amarrado y Essugo sin dominas la sala de máquinas, Las Palmas necesitaba hacerse con la pelota. Cuando la perla tinerfeña era capaz de romper a Areso, se intuía que algo podía pasar.

Moncayola y Essugo, que luego fue expulsado. Cober

El primer disparo a puerta llegaba en el 30, tras una jugada individual de Silva. A Sergio Herrera se le escurrió el balón y todo quedó en nada, pero si Fuster llega a creer en el error solo hubiese tenido que empujarla a la red. Respondía Budimir con un gran tiro a la escuadra que Cillessen, salvador, mandaba a saque de esquina con una estirada de las que gusta captar a los fotógrafos. Paradón. El marcador seguía sin moverse. Al borde del descanso, el meta de Países Bajos tenía que dar las gracias al palo que escupió un disparo con rosca de Kike Barja.

Segundo tiempo de mucho nervio

Tras el intermedio, todo siguió igual en la UD. Essugo despejaba de cabeza en lugar de bajar el esférico al césped cuando estaba solo, Fuster se dormía en demasía y se abusaba de los balones en largo a un Fábio Silva que no la olía porque, casi siempre, el despeje iba en la dirección opuesta. Es más, Budimir, tras un centro por abajo de Areso, casi deja helado el estadio. Por suerte su intento no cogió portería. Sufrían los de Martínez, que mandaba a calentar a cinco de sus suplentes.

Estaba avisando Osasuna y Aimar Oroz, en el minuto 53, fusilaba a Cillessen para colocar el 0-1 y sonrojar a una UD que no estaba mostrando alma alguna. Iba a meter Martínez a Loiodice, pero tuvo que anular el cambio y llamar a Jaime Mata. Fuster se iba al banquillo en un partido en el que pasó sin pena ni gloria.

Tan solo Fábio Silva creía en la remontada. El portugués es de los que no escatiman en esfuerzos. De los que luce esmoquin y no esconde el traje de obrero debajo de la pajarita. En una de esas encontró a Sandro y lo dejó solo para que reventara la pelota, pero Sergio Herrera se hizo grande para desviar a córner. Apretaba, por fin, la UD. Y bien podía haber igualado si le hubiesen pitado otro penalti, también clarísimo, sobre Moleiro. El tal Gil Manzano acabó señalando, tras acudir a la pantalla en la banda, una falta de Silva en la banda por un forcejeo con Iker Muñoz. Terrible.

Estaba desquiciada la UD tras un arbitraje lamentable y denigrante para los intereses amarillos. Tanto fue así que Essugo, luego de que le pitaran una falta acto seguido de no señalar una clara sobre Álex Suárez, le dijo algo al susodicho Manzano y este le enseñó dos amarillas y, sobre la marcha, la tarjeta roja. A la calle el mediocentro, completamente fuera de sí. Entre Mata y Rubén Fontes -delegado del equipo- le tuvieron que sacar del campo. Huele a sanción gorda.

Con uno menos, y con Januzaj a los mandos, obró el milagro Las Palmas. Le echó arrojo y corazón, llegó tarde el esmero, pero al menos pudo sumar un punto. No salió el sol en enero para Las Palmas, incapaz de sonreír en este 2025 que no ha hecho más que comenzar. Eso sí, al menos gritó gol. Cuatro partidos -uno de ellos de Copa del Rey- sin ganar. El belga, aunque sea, marcó el 1-1 de falta directa para coger algo de oxígeno en el minuto 97 y evitar una nueva derrota.

Noticia relacionada

Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

canarias7 Januzaj se rebela frente a Gil Manzano