En la vida de Fábio Silva no hay desgana ni comodidad. Sí mucho agradecimiento y compromiso. El portugués, que migró a los 18 años de su Oporto natal a Inglaterra en un traspaso millonario por el que el Wolverhampton se dejó 40 millones de euros, encadenó cesiones sin sonrisas, teniendo que hacer las maletas cada año y sin sentimiento de pertenencia ni arraigo. Ahora, en Gran Canaria, donde además ha multiplicado su valor de mercado —de 11 kilos ha subido a 20—, ha encontrado un sitio donde es feliz y un club, la UD Las Palmas, a la que él mismo ha confesado que le dio «la alegría» de sentirse «bien».
Es por ello que Silva prometió «darlo todo» para dejar al club amarillo en Primera División. Su esfuerzo va más allá de los 90 minutos que dura un partido. Es más, el futbolista, pese a que todavía siente alguna molestia, va a forzar la máquina para poder jugar frente al Valencia este sábado a las 17.30 horas en el Estadio de Gran Canaria. Consciente de que es una final anticipada y que un triunfo podría significar dar un paso de gigante en la lucha por la supervivencia en la máxima categoría, el delantero quiere jugar al precio que sea. Pese al dolor, Silva está apurando todos los plazos para estar a disposición de un Diego Martínez que, tras caer en San Mamés ante el Athletic Club de Bilbao por 1-0, dejó claro que no había viajado con la expedición amarilla porque «está lesionado».
Este miércoles, tanto el jugador, como cuerpo técnico y médico sabrán con exactitud la cantidad de minutos que podrá soportar Fábio Silva, teniendo en cuenta que para un encuentro de este calibre se necesita a los futbolistas en perfecto estado de forma. «Al 75 % va a jugar», confirman fuentes del club consultadas por este periódico.
El luso, que atesora 10 goles y tres asistencias en los 24 partidos que ha jugado en Liga con la camiseta de la Unión Deportiva, es una pieza capital en el sistema de juego de Diego Martínez. Siempre que ha estado disponible ha sido de la partida y lo ha dado todo por un escudo al que le debe lealtad. Es más, el propio ariete confesó en rueda de prensa semanas atrás que le había dicho a Luis Helguera, director deportivo, y a Miguel Ángel Ramírez, presidente del club, que «en un futuro» le gustaría «volver» a Las Palmas.
Con todo, salvo contratiempo en el entrenamiento programado para hoy, Silva estará, porque así lo quiere él y así lo necesita el equipo, ante el Valencia. Sus goles y su fútbol se antojan vitales en la pelea por la continuidad en la máxima categoría del fútbol español. Un triunfo sacaría, seguramente, esta jornada a la UD de puestos de descenso.
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