El Gran Canaria dictará sentencia

Y todo comenzó con una mala noticia. El ariete Sadiku, debido a una lesión muscular, fue la principal ausencia de Las Palmas en el once titular. En su lugar, García Pimienta optó por Rafa Mujica, poco participativo en ataque y siempre superado por la defensa tinerfeñista. En la segunda mitad fue sustituido junto a Jesé Rodríguez, desconocido.

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Por su parte, el entrenador del CD Tenerife, Luis Miguel Ramis, descontento con su equipo en el último mes de competición, modificó el once inicial introduciendo a Mellot en la izquierda en lugar de Pomares, Carlos Ruiz por Sipcic, en el centro de la defensa, y Bermejo por Elady como compañero de ataque de Gallego. Las Palmas le puso freno al ímpetu inicial del Tenerife con un fútbol de posesiones largas. Un partido errático, cargado de imprecisiones por lo mucho que estaba en juego.

Los amarillos dominaban más la pelota, aunque faltaba la genialidad en los últimos metros. Ningún equipo se imponía al otro. A Las Palmas le venía bien que el tiempo fuera transcurriendo y dejaba al equipo chicharrero que arriesgara en la salida de balón.

El partido se volvió loco en tres minutos. Apareció Jonathan Viera con un centro chut que Moore sacó bajo palos con la cabeza (min. 26). A renglón seguido, un gran pase de Alexandre Corredera lo mandó al larguero Enric Gallego de manera acrobática. Eran los mejores minutos del CD Tenerife. Tanto insistió el equipo blanquiazul que encontró el momento para ponerse por delante en la eliminatoria con el gol de José León (min. 36). Su remate dentro del área lo desvió Mfulu y superó al portero grancanario, que iniciaba su estirada hacia el lado contrario.

Las Palmas entró en una crisis preocupante de juego, se desdibujó sobre el césped del Heliodoro, y si no llega a ser por las dos intervenciones magistrales con el pie de su guardameta, a remates de Mario González y Enric Gallego, estaría lamentándose en el vestuario de un resultado en contra más abultado. Aun así, Sergi Cardona tuvo el empate en la última acción de la primera parte, pero otra vez, en la línea de gol, José León metió la pierna para sacar la pelota cuando ya la afición amarilla cantaba el gol. La mejor noticia es que Iglesias Villanueva pitó el camino a los vestuarios.

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Tocaba resetearse, pero sin prisas. Salió mandona Las Palmas tras la pausa y un remate de Kirian antes del 46 lo desvió a córner Soriano. Se refugió el Tenerife en su campo para resguarda ese gol de oro que tenía de ventaja. En lo físico y en los balones divididos casi siempre se impuso a los que vestían de amarillo.

Sacaba las garras Las Palmas que no se daba por vencida y en dos zarpazos Rober y Kirian llevaron el silencio al Rodríguez López. La pelota no quería entrar.