Derroche de la afición para recibir a la UD Las Palmas

Un recibimiento de primera para un equipo que tiene que seguir estando en Primera. Eso fue lo que vivió esta tarde el barrio capitalino de Siete Palmas en el recibimiento de la afición a la guagua que transporba a la UD Las Palmas hasta el Estadio de Gran Canaria,donde se medirá en un decisivo encuentro frente al Valencia.

Una vez más, costó que el vehículo se abriera paso en mitad de una multitud enfervorecida que llenó ambos márgenes de la calle Fondos del Segura. El amarillo tiñó de júbilo el ambiente de una afición que no contempla otro resultado que el de la victoria.

El equipo deberá afrontar este difícil reto sin Fábio Silva, que forzó su físico todo lo que pudo para ser elegible por Diego Martínez, pero los servicios médicos del club le recomendaron aflojar. No estará el portugués, pero sí las casi treinta mil personas que se esperan en Siete Palmas.

No va a ser fácil. El Valencia acumula ocho jornadas consecutivas sin conocer la derrota. Habrá tortas por el triunfo. Cuando pesen las piernas y ya no puedan más, será el turno para que corra el corazón. Cuando la meta se complique y se difumine, ahí es donde tendrá que jugar el pundonor.

La permanencia se decidirá en estas cinco finales que afronta Las Palmas (Valencia, Rayo Vallecano, Sevilla, Leganés y Espanyol). Y en cada enfrentamiento va a tocar partirse los cuernos.Sin escatimar esfuerzo. Sin dudar. Sin medias tintas. Sin cicatear sudor. Bajando al barro en cada disputa de pelota, llegando primero a cada balón dividido y con más garra y coraje en los choques. Ahora es cuando hay que demostrar que se desea la salvación y morir por ella. Por la gente que ama la UD y por su escudo. Por los que ya no están y por los seguidores que aún están por llegar.

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