Barranco Seco luce como un diamante

«Es un día importante en la historia del club. Han pasado 60 años para que podamos ver este sueño hecho realidad». Así se pronunció Miguel Ángel el 8 de julio de 2019 cuando le tocó presidir un acto que forma parte vertebral de la edad contemporánea de la UD: la inauguración de la Ciudad Deportiva de Barranco Seco. Disponer de un complejo deportivo a la altura del siglo XXI, con tres campos (dos de césped natural) y un equipamiento logístico vanguardista, con dependencias que nada tienen que envidiar a otras semejantes en el universo del fútbol.

Financiada con fondos propios, lo que prueba el músculo económico de las arcas propias, esta realidad reluciente abandera el definitivo y ansiado tránsito a la modernidad, a la vez que supone un bien patrimonial de incalculable valor, más si se tienen en cuenta las reformas de ampliación, que incluye la anunciada residencia.

Hubo un tiempo en el que la UD tuvo que peregrinar para poder entrenarse en condiciones ante la saturación del único campo que había en Barranco Seco, con barracones como vestuarios, y la necesidad de preservar el césped del Insular o, ya desde 2003, del Gran Canaria. Gáldar, Vecindario, Maspalomas, Telde... Mil y un equilibrios impropios de un equipo profesional y que, felizmente, pasaron al olvido.

Desde que asumió la presidencia en julio de 2005, Miguel Ángel Ramírez proyectó una UD en Primera y con la estructura que hoy se levanta. Todo cogió forma en cuanto el club dejó atrás sus hipotecas y deudas. Ya en 2007 se localizan las primeras visitas del arquitecto Juan Palop junto al propio Ramírez y al vicepresidente Nicolás Ortega cuando parte del terreno estaba protegido y todo estaba paralizado a la espera de los permisos necesarios.

Desbloqueado todo, tras un arduo trabajo administrativo, las obras se desarrollaron en tiempo y forma para que hoy el diamante brille como nunca.

• Temas
• Especial 75 Aniversario UD Las Palmas